Quien ampara a un inmigrante ilegal sostiene su argumento sobre la base de que las fronteras políticas son arbitrarias y en todo caso nunca deberían impedir el transito de personas de un país a otro. Estamos de acuerdo en que en un mundo ideal las fronteras chirrían en nuestras mentes, pero ese mundo ideal no lo podemos fabricar destruyendo las normas de convivencia básicas que establecen que para entrar en un país hay que solicitarlo de antemano y atravesar un proceso evaluatorio, que en sí mismo, ya disuade a cualquier desaprensivo (delincuente, criminal) que pretenda entrar sin argumentos sólidos. Este es uno de los pilares de la sociedad que se está pretendiendo destruir.¿Quien sale ganando con la inyección desproporcionada de flujo humano? Obviamente ganan los grandes empresarios (corporaciones, SA) que contratan a mano de obra indocumentada ahorrándose con ello cargas contributivas( y ganan también los políticos, es decir, la casta de funcionarios burócratas que se nutren de: más contribuyentes, más votantes, más niños secuestrados en sistemas educativos corruptos y más pacientes medicados; la Matrix sabe que está amenazada por eso ataca a los fundamentos de la convivencia para seguir extrayendo jugo (=gobernando)