La pregunta sobre las bases bíblicas para el amor, la santidad y la predicación del evangelio como requisitos para la salvación, genera una discusión teológica compleja. No hay un solo versículo que enumere estos tres puntos como condiciones explícitas para el rapto o la salvación, pero la Escritura sí los presenta como aspectos esenciales de la fe cristiana y una vida que agrada a Dios.
a) El Amor: Juan 13:34-35 ("Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.") implica un amor sacrificial, similar al amor de Dios por la humanidad. Mateo 25:31-46 (Parábola de las ovejas y las cabras) indica que el juicio final se basará en parte en cómo se trató a los necesitados, reflejando el amor hacia el prójimo. La falta de amor es condenada repetidamente a lo largo de las Escrituras.
b) La Santidad: Hebreos 12:14 ("Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.") establece claramente la santidad como un prerrequisito para ver a Dios. Mateo 25:1-13 (Parábola de las vírgenes prudentes y las necias) ilustra la importancia de la preparación espiritual (el aceite representando la santidad y la obra del Espíritu Santo) para encontrarse con Cristo. La santidad no es un logro humano, sino un don de Dios recibido a través de la fe en Cristo y mantenido a través de la obediencia y la dependencia de Él.
c) La Predicación (o Testificación): Mateo 28:18-20 ("Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo...") es la Gran Comisión, que llama a todos los creyentes a compartir el evangelio. Romanos 10:14-15 ("¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?") muestra la importancia de la predicación para que otros puedan creer. Sin embargo, la testificación puede manifestarse de diversas maneras: a través de palabras, acciones, una vida transformada por el evangelio. No es un talento dado a todos de la misma manera, pero el deber de testificar es universal para cada creyente, según su contexto y capacidad.
En resumen, mientras que no hay una lista explícita de requisitos para la salvación, el amor, la santidad y la testificación son elementos centrales del cristianismo bíblico, inherentes a una vida de fe genuina y obediencia a Dios. La interpretación de cómo estos principios se relacionan con la vida eterna es un tema de estudio y debate teológico continuo.
Ahora, me quedo con la situación siguiente: que pasa entonces con los hombres que mueren en la guerra del gran armagedon, y que conocemos sucedera despues de la gran tribulación. No eran acaso creyentes los que pasaron al milenio? Acaso sobreviviran muchos despues de la ira de Dios señalada como gran tribulación? Sucedera la gran tribulación solo a una parte del territorio que actualmente conocemos como planeta, es decir solo America, o solo el resto de naciones que conocemos como Eurasia, y Africa que son solo un bloque. Estas cuestiones son muy profundas, pero eso no implica que JESUS nos recuerde que EL AMOR, LA SANTIDAD y EL DEBER DE LLEVAR A CABO LA GRAN COMISIÓN NOS ES REQUERIDO!
Continuaré...
B. Walter
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