Reventarle los buzones del despacho y casa personal de Alvise, acosar a su madre de 66 años, que la izquierda abertzale cuelgue por toda la región carteles amenazándole, que haya radicales socialistas amenazándole con agredirle si va a las procesiones de Semana Santa de su propia ciudad, o que invitados de partidos de izquierdas aporreen la puerta de su despacho y se fotografíen llamándole “nazi” o haciendo cortes de manga en la propia puerta de su despacho, sin contar a Ministros llamándole “gentuza” a él y a sus votantes en prime-time con absoluta impunidad.
Al líder de la organización civil que MÁS CORRUPCIÓN HA DESTAPADO en la historia de la democracia española.
Y todo esto sin contar el acoso judicial o mediático con noticias donde le atacan simplemente por visitar Ceuta, o ir al desembarco de la legión en Málaga o a la Semana Santa en Sevilla.
Algún día en el futuro se analizará con frialdad todo esto, y muchos entenderán lo brutalmente injusto que está siendo todo esto.
Dios, perdónalos.