Lo que sigue son extractos de un artículo de Jesús García Blanca publicado en 2017, titulado: La medicalización de las madres como distorsión mecanicista de los comienzos de la vida humana
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"Durante el siglo XIX, el pensamiento mecanicista surgido de la Ilustración y la gestación de la industria farmacéutica, facilitan el triunfo de la Teoría Microbiana, hito clave del modelo hegemónico".
"El Modelo Médico Hegemónico se consolida durante el siglo XX, favorecido por la reconversión de las multinacionales farmacéuticas, transformándose en una poderosa herramienta de poder que controla la formación, la información, la investigación y los servicios sanitarios".
"Actualmente, el Modelo Médico Hegemónico mantiene una amplia credibilidad e influencia debido, no a razones científicas sino sociopolíticas".
"Esa ciencia oficial desprecia lo cualitativo para quedarse con lo medible y contable".
"La intromisión del Modelo Médico Hegemónico y sus instituciones en el ciclo vital natural: concepcion - embarazo - parto - lactancia - crianza, supone una distorsión mecanicista que pone en peligro el papel biológico que desempeñan las mujeres y que en última instancia se traduce en una agresión contra la vida".
"El Modelo Médico Hegemónico se ha convertido en la institución más importante de control social dentro de la sociedad contemporánea y sus protocolos de actuación en una agresión permanente a la salud de las mujeres que, en los países pobres se concreta en programas de esterilización y experimentación de fármacos violando las normativas legales y la ética médica, y en los países ricos en intervenciones médicas y tecnológicas que alteran procesos naturales en todo el arco vital de la mujer y se convierten en una amenaza para la vida".
"El parto es el momento de mayor acumulación de distorsiones, comenzando por el hecho de ser tratado en espacios físicos y condiciones similares a los de una intervención quirúrgica".
"El mamífero humano nace sin haber completado su desarrollo y debería considerársele un feto al menos durante el primer año de vida fuera del útero".
"Toda intervención que tenga como consecuencia la interrupción de la lactancia natural provocará la distorsión de procesos naturales cruciales para la salud y la vida".
"La crianza es un territorio compartido entre los dispositivos de poder sanitarios y educativos: se superponen, se solapan, incluso actúan de modo sinérgico produciendo efectos devastadores".
"Las raíces de la indolencia, de la aceptación acrítica de las imposiciones de poder, de la perversidad y de la deshumanización imperantes, se encuentra en la distorsión de los inicios, en la agresión estructural a las criaturas".
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