En el corazón de Brasil hay un lugar donde la civilización se detiene repentinamente y la naturaleza crea su reino sin fin. Hablamos de la frontera casi irreal entre la ciudad de Manaos y la enorme Selva Amazónica, un contraste que te deja sin palabras. Por un lado, una ciudad moderna, llena de ruido, edificios y vida urbana. Por otro lado, un mar verde y denso que se traga el horizonte y respira el silencio de los tiempos olvidados.
Manaos, considerado la puerta de entrada al Amazonas, es la última parada antes del desierto. La ciudad palpita día y noche, pero a pocos pasos comienza el reino de la naturaleza.
Dijo una vez Ronaldinho: “Ya gané lo que tenía que ganar. Ahora gano cuando río, cuando bailo con un balón, cuando respiro sin prisa. No vine al mundo solo a competir… vine a disfrutar. Porque el verdadero dominio no está en lo que logras, sino en la paz que encuentras cuando dejas de necesitarlo todo para sentirte completo.”
En el corazón de Brasil hay un lugar donde la civilización se detiene repentinamente y la naturaleza crea su reino sin fin. Hablamos de la frontera casi irreal entre la ciudad de Manaos y la enorme Selva Amazónica, un contraste que te deja sin palabras. Por un lado, una ciudad moderna, llena de ruido, edificios y vida urbana. Por otro lado, un mar verde y denso que se traga el horizonte y respira el silencio de los tiempos olvidados.
Manaos, considerado la puerta de entrada al Amazonas, es la última parada antes del desierto. La ciudad palpita día y noche, pero a pocos pasos comienza el reino de la naturaleza.
Dijo una vez Ronaldinho: “Ya gané lo que tenía que ganar. Ahora gano cuando río, cuando bailo con un balón, cuando respiro sin prisa. No vine al mundo solo a competir… vine a disfrutar. Porque el verdadero dominio no está en lo que logras, sino en la paz que encuentras cuando dejas de necesitarlo todo para sentirte completo.”
Como dijo Pablo Neruda: De la vida no quiero mucho. Quiero apenas saber que intenté todo lo que quise, tuve todo lo que pude, amé lo que valía la pena y perdí apenas lo que nunca fue mío.
«Ya no quise buscar más relaciones íntimas con nadie. Me habían herido hasta un punto que no podría resistir repeticiones. Y decidí vivir en solitario. Mi vida normal, pero solo. Lógico: cada cierto tiempo alguien me fascina. Alguien logra brillar. Me gusta así. Nada para la eternidad».
-Pedro Juan Gutiérrez- "Trilogía sucia de La Habana"
“Hubo un tiempo en el que permití que todo me tocara, que cada tormenta me arrastrara con su furia, que cualquier viento desordenara mis días. Aprendí a la fuerza que no todo merece respuesta, que la calma es un lujo que cuesta caro y que no cualquiera sabe respetarla. Me llevó años entender que no tengo que abrir la puerta a quien llega con ruido, que la paz es algo que se protege con la misma intensidad con la que un náufrago abraza la orilla después de casi ahogarse.
Ahora elijo con cuidado qué dejo entrar en mi vida, no por orgullo, sino por instinto. No es que me haya vuelto frío, es que entendí que no todos merecen la versión de mí que tanto me costó reconstruir.”
LA PESTE (Albert Camus) «Mientras nos quisimos nos entendíamos sin la necesidad de palabras. Pero el amor no es eterno. Llegó el momento en que yo debí encontrar las palabras que la hubiesen retenido, pero no pude».
🎬✨ "Denzel me enseñó una de las mejores lecciones. Me dijo: '¿Te muestro la diferencia entre tú y yo? Yo soy una estrella de cine, tú eres una estrella de TV'.
La gente se le acerca con reverencia: '¡Dios mío, señor Washington, oh Dios mío!'. ¿Sabes por qué? Me dijo: 'Porque hacen fila para comprar un boleto, me ven en una pantalla de 10 metros de altura, y cuando termina la película, ya no me ven más'.
Pero a mí se me acercan y me dicen: '¡Hey, Steve! ¿Qué pasa, hermano?'. Entonces Denzel me dijo: '¿Ves la diferencia? Por mí tienen que pagar para verme. A ti, te invitan a su casa'."
Steve Harvey sobre la diferencia entre él y Denzel Washington. 🎥📺
“La valía de un hombre se mide por la cuantía de soledad que le es posible soportar. Nadie aprende, nadie aspira, nadie enseña a soportar la soledad. Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes."
"Hubo un tiempo en que daba cobijo a cualquiera, abría las puertas y ponía platos de más. Creí que el amor era sinónimo de permanecer, pero la vida me enseñó que hay visitas que no merecen quedarse. Aprendí que hay manos que solo saben vaciar y voces que enmudecen cuando más las necesitas. Ahora la mesa es pequeña, pero está en paz, y solo se sientan aquellos que entienden que compartir no es aprovecharse, sino quedarse cuando la luz se apaga."