“Yo creo que una cosa debe quedar clara –puntualiza Araceli-. Nosotros conocimos, amamos a nuestro país desde la Unión Soviética. Desde los cuidados y oportunidades que allí nos brindaron. La historia, la cultura, el arte y tantas cosas más de nuestro país y de nuestro pueblo las aprendimos allí. Para muchos de nosotros, los familiares, después de tantos años de separación, quedaban en una nebulosa. El país, en cambio, no. Nuestro pueblo fue siempre algo muy vivo en nosotros. Yo tuve suerte, encontré trabajo muy pronto. Otros no tuvieron que aceptar trabajos inferiores a sus conocimientos. Licenciados en económicas trabajaban de oficinistas, mandos intermedios hacen de peones. Y mujeres que, por el mero hecho de serlo, no han podido encontrar trabajo alguno. Ésta era la realidad española“
Araceli Sánchez Urquijo, niña de la guerra exiliada en la URSS. Fuente: Fuentes históricas para el estudio de la inmigración española a la URSS.