Reflexión del otoño de una guerra
"Nazi" no es un insulto es una descripción del Batallón Azov, integrado en el ejército ucraniano tras actuar como fuerzas de choque violentas durante el golpe de Estado del Maidan que ocurrió en Ucrania en 2014.
Cuando se acusa al régimen ucraniano de nazi nos referimos a esto. Si íntegras milicias neonazis organizadas dentro de tu ejército significa que le otorgas un poder a los nazis dentro de toda la estructura del Estado.
Esto no importó, como no importó aupar a los mujaidin en Afganistán, como no importó aupar a los takfiris en Siria, y como no importa apoyar a la extrema derecha latinoamericana en cada uno de los países que se deseen desestabilizar y controlar.
Este punto es uno de los elementos básicos que explican el posicionamiento que muchos hemos mantenido en relación a Ucrania, que además implica otra idea: el conflicto en Ucrania no empezó en 2022 sino ocho años antes, en 2014.
Aupar a neonazis en un país con diversidad cultural y lingüística generó una guerra civil y en consecuencia la secesión de partes del territorio.
Tanto la UE, Reino Unido (entonces aún en la UE), como EEUU, participaron desde el principio de este conflicto. Apoyando politica y militarmente el golpe del Maidan, pero también a través de mentiras.
La situación en Ucrania se usó contra Rusia, siempre fue ese el interés, no se aupa a nazis porqué sí, sino por sacar un rédito, sobre todo teniendo en cuenta que una parte importante de la población ucraniana era rusoparlante y por lo tanto víctima del nuevo régimen.
De fondo, la amenaza de la inclusión de Ucrania en la OTAN y del cerco total a Rusia.
Ya con la llegada de Biden se producen hasta 3 conversaciones entre este y el presidente ruso, donde Moscú exigía un documento por escrito donde EEUU se comprometiese a no seguir extendiendo la OTAN hacia su frontera.
En lugar de firmar ese documento y tranquilízar el temor de Rusia a que puedan instalar misiles a escasos kilómetros de Moscú, se implementó el apoyo militar a Kiev y se agudizaron los bombardeos contra Donbass. (Todo esto está en hemeroteca).
Y es en este punto que Rusia inicia su operación en Ucrania, entrando definitivamente en el conflicto. Debo decir que a mí me pilló por sorpresa. No estamos muy acostumbrados a que nadie le conteste a la OTAN y eso nos dejó completamente desubicados.
Putin ha insistido varias veces que su intención interviniendo en Ucrania no era iniciar una guerra sino ponerle fin. De hecho, en marzo, solo un mes después, se inician las primeras negociaciones. Unas negociaciones que fueron boicoteadas por Europa. ¿Por qué?
Si seguimos el recorrido de los acontecimientos vemos cómo todo esto sirvió para romper las relaciones entre los países europeos y Rusia (aislando más a Europa que a Rusia, solo hay que ver la última cumbre de los BRICS), y para que las potencias europeas tuviesen una excusa para aumentar su gasto militar y su participación en la OTAN.
En los últimos meses, antes de la llegada de Trump, ya se hablaba de buscar una negociación. El daño está hecho y más no van a conseguir. Ahora, Europa persiste en su retórica ya que tiene que seguir justificando el gasto.
Donald Trump está reorganizando cuentas, y al igual que el muro en la frontera cuya construcción la inicio Clinton quería que lo pagarán los mexicanos, la aventura ucraniana quiere que la pague Europa.
Y en esas estamos. Cada vez más gente sabe que la mayor parte de lo que nos han contado es mentira. Lo peor de todo es que no importa. Siguen las mentiras y se entremezclan con nuevas mentiras.