𝑬𝒏 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑷𝒓𝒆𝒎𝒊𝒐 𝑵𝒐𝒃𝒆𝒍 𝒅𝒆 𝑳𝒊𝒕𝒆𝒓𝒂𝒕𝒖𝒓𝒂 𝑫𝒓. 𝑴𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑽𝒂𝒓𝒈𝒂𝒔 𝑳𝒍𝒐𝒔𝒂 🇵🇪
Ciertamente a este gigante de la literatura latinoamericana tal vez no le hagan justicia las conmemoraciones que a horas de su fallecimiento busquen entrever las peripecias de su vida personal o las contradicciones inherentes a su vida política, ya que el diletantismo liberal que profesó, de ese que denostó el nacionalismo popular sin más (como el presente en la entrevista para el New York Times en Marzo de 2018) y que ensalzó tres siglos de pensamiento clásico liberal en una obra intitulada 𝘓𝘢 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘵𝘳𝘪𝘣𝘶, nunca fue del agrado de algunos y nosotros nos incluimos, sin embargo, no es por su vida política, necesariamente, por lo que se le conoce y elogia en el Perú y en el mundo, sino por su vida literaria. Pocos son los literatos los que funden vida personal, con vida política y vida literaria, una visión extremada de esta circunstancia la expresó excelsamente el escritor japonés Yukio Mishima. Vargas Llosa no fue uno de ellos, ya que las tres vidas de Llosa, si podemos usar esa alocución, no se cruzaron, sino que coquetearon y hasta en cierto sentido se podría decir que son tres egos distintos. El Vargas Llosa personal tenía más en común con el Vargas Llosa político que con el Vargas Llosa literato que se encontraba hasta cierto punto en la otra vereda de sus dos primeros egos, pero en paralelo, mirándose de cuando en cuando. Pero como todo genio, a veces el ego se fragmenta para dar nacimiento a una visión del mundo, que en sus multiplicidades extrañamente encaja en una coherencia subrepticia o manifiesta conforme al paso del tiempo. Esto último es por lo que conmemoramos a Vargas Llosa en su hora de partida, el único peruano que ha ganado un Premio Nobel. 59 libros en 55 años, dentro de los que más han satisfecho nuestra lectura se encuentran: 𝘓𝘢 𝘎𝘶𝘦𝘳𝘳𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘍𝘪𝘯 𝘥𝘦𝘭 𝘔𝘶𝘯𝘥𝘰, 𝘊𝘰𝘯𝘷𝘦𝘳𝘴𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘊𝘢𝘵𝘦𝘥𝘳𝘢𝘭, 𝘭𝘢 𝘊𝘪𝘶𝘥𝘢𝘥 𝘺 𝘭𝘰𝘴 𝘗𝘦𝘳𝘳𝘰𝘴, 𝘭𝘢 𝘛𝘪́𝘢 𝘑𝘶𝘭𝘪𝘢 𝘺 𝘦𝘭 𝘌𝘴𝘤𝘳𝘪𝘣𝘪𝘥𝘰𝘳, 𝘓𝘢 𝘍𝘪𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘊𝘩𝘪𝘷𝘰, y un largo etcétera. Uno de los últimos hijos del boom latinoamericano (—Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, José Donoso, Juan Rulfo, Miguel Ángel Asturias y Guillermo Cabrera Infante—) que nos deja una obra y un legado literario para reflexionar. Pero si hemos de interiorizar alguna frase de Vargas Llosa, no serán, por obvias razones, las que fluyan de su vida personal o política, que tienen igual de detractores que panegiristas, sino las que engalanan su vida literaria… en ese deseo de homologar Ser y Existir en un acto de suprema voluntad, y en la que amigos y enemigos se encuentran: “Si no escribiera…me volaría los sesos, sin ninguna duda” (The Paris Review, 1990).
Atte. 𝕮𝖔𝖓𝖘𝖊𝖏𝖔 𝕯𝖎𝖗𝖊𝖈𝖙𝖎𝖛𝖔 🏛
𝑪𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝑬𝒔𝒕𝒖𝒅𝒊𝒐𝒔 𝑪𝒓𝒊𝒔𝒐𝒍𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔 🇵🇪