Del mismo modo, películas distópicas como Los Juegos del Hambre preparan a la sociedad para un mundo donde el control de la élite y el colapso social son inevitables, reforzando la idea de que la rebelión es inútil.
La programación predictiva utiliza el entretenimiento como una herramienta para hacer que los acontecimientos futuros o los cambios sociales drásticos parezcan normales, asegurando el cumplimiento y reduciendo la resistencia.
Pero aquí no es donde termina la manipulación. Nuestros hijos se convertirán en la próxima generación de víctimas, blanco de propaganda, control mental, manipulación, engaño, programación predictiva y mensajes subliminales.
Los niños de hoy pueden navegar por una pantalla a la edad de dos años, mucho antes de que puedan hablar en oraciones completas. Están expuestos a estas tácticas antes y más intensamente que cualquier generación anterior.
Los programas y aplicaciones para niños funcionan con la misma mecánica que nuestros feeds de medios sociales, diseñados para captar y mantener la atención a través de rápidos cambios de escena y sobrecarga sensorial, desactivando su capacidad para desarrollar una capacidad de atención saludable.