Cuando la Paranoia Vende.
La Justicia archiva la causa del grafeno en las vacunas.
La Audiencia Provincial de Almería corrigió la decisión inicial del Juzgado de Instrucción 2 de Almería tras su archivo inicial, asegurándose de que se agotaran todas las vías investigativas antes de archivar el caso. Consideró que la investigación merecía diligencias adicionales para garantizar la tutela judicial efectiva devolvió el caso al juzgado.
El juzgado llamó entonces al Dr. Campra; recordar que Campra ya había declarado al periodista Pedro Moreno que los restos detectados podían ser partículas industriales que podrían haberse desprendido de los procesos de fabricación de las vacunas, lo que no implica un riesgo para la salud. Campra había declarado que lo que había hecho la disidencia con su informe era un circo, era insano y que no abandonaba el tema.
El caso ha sido finalmente archivado por falta de pruebas concluyentes . Tras investigar, el juzgado consideró que no había evidencia de un delito contra la salud pública.
En el informe original del Dr. Campra no existía una cadena de custodia en las muestras analizadas . Esto significa que no se puede confirmar el origen de los viales, La cadena de custodia es clave en cualquier investigación científica o judicial . Sin este protocolo, los resultados no pueden considerarse confiables ni válidos, como ocurrió con los viales analizados por el Dr. Campra. lo que invalidaba cualquier conclusión científica.
El contexto de una afirmación científica importa tanto como sus datos. Un hallazgo preliminar no implica automáticamente un riesgo para la salud pública.
El grafeno nunca fue cuantificado en las muestras . Sin una medición precisa, no se puede determinar la presencia significativa ni la posible toxicidad del material.
El concepto de toxicidad depende de la dosis. La toxicidad depende de la cantidad y la exposición . La toxicología establece que un material solo es tóxico cuando alcanza ciertos niveles en el cuerpo humano. El supuesto grafeno detectado nunca fue cuantificado.
Incluso si se detectan trazas de grafeno, su impacto en la salud dependerá de su cantidad, y no se presentaron pruebas de que las concentraciones fueran peligrosas.
Un grupo en redes se aprovechaba constantemente de la disidencia para explotar sus bolsillos mediante el miedo y la incertidumbre.
La manipulación puede ser una herramienta lucrativa. Este caso es un ejemplo de cómo un informe aislado puede convertirse en un arma para sembrar pánico, desconfianza y ganar dinero a sus costas.
Sabemos que aprovecharon este caso para alimentando la paranoia colectiva, la utilizaban como forma para obtener ganancias económicas o aumentar su notoriedad personal, demostrando que el miedo puede ser explotado con fines egoístas. Así el caso ha sido utilizado como herramienta de lucro . Se monetizó el miedo solicitando donaciones a cambio de “información privilegiada día tras día durante varios años”.
Este caso tuvo un impacto polarizador en la sociedad y división en la disidencia. Generó desconfianza reforzando divisiones entre grupos de opinión, alimentando falsas teorías sobre la etiqueta de falsos disidentes a todos aquellos que no hicieran del grafeno su tema principal de difusión o comunicación.