El mes de septiembre es dedicado, en parte, a los siete dolores de María Santísima. Nos gustaría recordaros una tradición muy bonita: el Rosario de los 7 dolores:
Se reza un padrenuestro, siete avemarias y un gloria por cada dolor de la virgen. Es decir, esto se repite siete veces:
Primer Dolor - La profecía de Simeón.
Segundo Dolor - La huida a Egipto
Tercer Dolor - El Niño perdido en el Templo
Cuarto Dolor - María se encuentra con Jesús camino al Calvario
Quinto Dolor - Jesús muere en la Cruz
Sexto Dolor - María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz
Séptimo Dolor - Jesús es colocado en el Sepulcro.
Este acto nos ayuda a aprender a sufrir con amor, como hizo María, la Madre de Jesús. Al rezar con María a través de sus siete dolores, empezamos a sentir empatía por su sufrimiento, el sufrimiento de su Hijo, nuestro Salvador, nuestro prójimo y el nuestro propio.
«Ruega por nosotros, oh Virgen dolorosísima, para que seamos dignos de las promesas de Cristo».