Luna llena y eso no es bueno nunca para nosotros. Seguimos regras aun más estrictas para no sufrir un espasmo repentino en la madrugada. Dormir en un cuarto donde no entre ninguna pero ninguna luz. De preferencia que el techo sea de adobe grueso o material cimentício y no solo puras tejas con madera. La diferencia es grande. A pesar del calor, cobrirse el máximo posible con colores oscuros e/o telas diseñadas, siempre en fibras naturales - preferencialmente el cañamo o el linho o la lana o el algodón grueso.
Vale vestir unos jeans confortables 100% algodón para dormir.
La luna nos brinda gamas de energia lumínica y solo enllergamos con los ojos a una parte de esa luz.
El acúmulo de energia lumínica en el ambiente, aunque no esté visible, empodera o energiza el sistema paraneural.
En mi caso, la más mínima presencia de luz visible en el recinto de dormir resultará en un espasmo repentino de muslo de la pierna durante el sueño en la madrugada. Tan fuerte y repentino que uno se despierta de una vez y se demora a volver a dormir.
El control de miembros por via inalambrica, suponemos que así se inicia.
Regla de oro: No dejarse irradiar. Ni por luna.
Ya el sol sirve bien para corrigir nuestro campo electrico.