Los Comités de Resistencia en Palestina denunciaron el discurso del traidor Abbas con firmeza, refutando su falsa afirmación de que la Resistencia da "pretextos a la ocupación"; señalaron que la ocupación no necesitaba un pretexto para impedir que Abbas visitara Damasco ni para prohibir a su presidente del gobierno, Muhammad Mustafa, visitar pueblos en Nablus y Ramallah la semana pasada. Condenaron la descripción que Abbas hizo de los palestinos como "muertos" y afirmaron que la resistencia está garantizada por las leyes, la Carta y las convenciones internacionales y divinas. Fajri Barghuti, miembro del Consejo Revolucionario de Fatah, afirma que la reunión del Consejo Central Palestino no representa a la OLP ni al pueblo palestino, sino a "una banda que secuestra la toma de decisiones palestina". El secretario general del PNI, Mustafa Barghuti, respondió a Abbas: "La víctima no puede ser considerada responsable de los crímenes de la ocupación".
El Movimiento Ahrar también condenó las declaraciones de Abbas, afirmando que la reunión debería haberse celebrado al comienzo de la guerra, no dos años después del genocidio: "Nuestra lucha contra el enemigo sionista es existencial e ideológica, y no admite ni rendición ni sumisión. Si Mahmud Abbas y su séquito viven y prosperan gracias a esa sumisión... no representan a nuestro orgulloso pueblo ni su aspiración de libertad y liberación, que reside en sus armas y su resistencia".
Lo que une a todos es la convicción compartida de que la verdadera legitimidad surge de la Resistencia, no del liderazgo aislado de Ramallah.
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