CONDENA DE AMOR
Mi condena son tus besos que me hacen falta, la humedad de tus manos que con tanto placer me recorrían, que sabían mi debilidad, lo que me gustaba que me hagas en esos momentos únicos en los que la pasión bañaba nuestros cuerpos desnudos.
Mi condena es pensar en ti, no dejar ni un solo instante de hacerlo, de querer estar contigo acunando tus brazos, tus labios besando la piel de mi pecho encendido, tus uñas que surcaban mis espacios llevando mis gritos hasta el éxtasis, viviendo, muriendo.
Mi condena es haberte amado tanto, de no querer a nadie más que a ti, la carga de mi espalda carga es la lluvia de tu fuente colmándome de dicha, haciendo sentir una verdadera , tu reina , gozar gota a gota de tus delirios, mi amazona, mi mejor amante, la dueña del torrencial de mis venas.
Mi condena es desearte aún más y no poder cumplir tus sueños de amor, extrañar tu cintura, el diseño de tu vientre cuando estaba dentro de ti, mi condena es no vivir, aferrarme a la esperanza de que el destino cambie mi fortuna y pueda dormir de nuevo el volumen de mis latidos
en tu interior, en tu cuerpo.