Una verdadera Constitución, entre muchas otras cosas, tiene la obligación de ser un marco jurídico que proteja al individuo de las MAYORÍAS.
Por poner un ejemplo simple pero muy fácil de entender: si todos los ciudadanos de pelo oscuro deciden que los de pelo claro no deben tener derecho a una sanidad pública, es esa carta magna llamada Constitución quien debe proteger a estos últimos.
No hay mayoría parlamentaria, voto o decisión popular que valide una norma de esta índole, ni conciencia que admita semejante aberración.
Pese a lo absurdo que a primera vista pudiera parecer el ejemplo mencionado arriba, sólo tenemos que echar la vista atrás para encontrar una campaña de vacunación que violó todos los códigos morales habidos y por haber, y cometió delitos iguales a los deducidos de las comisiones de los juicios de Núremberg.
Ni más ni menos.
Todas las carencias, debilidades y flaquezas de nuestra "Constitución" se pusieron de manifiesto, y toda la miseria moral de quienes se erigían como los grandes garantes de los derechos ciudadanos fue expuesta como nunca antes.
Esa maravillosa constitución que creíamos tener se reveló como simple papel mojado.
Además, el Régimen del 78 impuso un Estado de Autonomías que sentó las bases para un desastre económico, social, político y moral como el que hoy "disfrutamos".
El 28 de Febrero, día de la Comunidad de Andalucía, se presenta como una fecha idónea para gritar alto y claro NO A LAS AUTONOMÍAS, Y NO AL RÉGIMEN DEL 78.
De todo esto y más hablaremos este próximo martes en un directo que emitiremos a partir de las 22:00, por este mismo canal de Telegram.