En un conmovedor acto, familiares y amigos de los venezolanos secuestrados en El Salvador se reunieron frente a la embajada salvadoreña en Caracas para exigir el respeto a la dignidad y los derechos humanos de sus seres queridos, clamando por su liberación. Más de 200 venezolanos enfrentan actualmente un encarcelamiento injusto, resultado de las acciones de la ultraderecha fascista que, en busca de apoyo político de Estados Unidos, promueve sanciones económicas que castigan a todo un pueblo. Este mismo sector fascista incentiva la migración para utilizarla como propaganda política, solo para luego desestimar y criminalizar a aquellos que han sido forzados a abandonar su hogar.
El Gobierno Bolivariano reafirma su compromiso inquebrantable de luchar por el rescate de cada uno de sus migrantes. ¡Migrar no es un delito; sancionar a un pueblo sí!