"El cambio que se cree que se da en las condiciones de existencia del ser que muere depende sobre todo de las ideas que circulan en el cerebro de los que siguen viviendo en la Tierra. El ser que acaba de morir sigue las leyes inmutables fijadas por la naturaleza y prosigue su evolución sin que sus creencias personales deban intervenir. Si, tal como nosotros mismos lo creemos firmemente, algo de nosotros subsiste en otro plano, es algo que, tarde o temprano, todos llegaremos a constatar. Entonces, ¿para qué discutirnos de antemano?
Dado que las relaciones físicas entre el muerto y los vivos se hallan interrumpidas, son estos últimos los que pretenden zanjar la cuestión, y es aquí donde interviene la madurez cerebral de cada uno. Para unos, la muerte es la interrupción de todo lo que la naturaleza ha hecho hasta aquel momento. La inteligencia, el sentimiento, los afectos, todo desaparece repentinamente y el cuerpo se convierte de nuevo en hierba, mineral o humo, según el caso. Para otros, la Muerte es la liberación. El Alma, hecha luz, se desprende del cadáver y se eleva hacia el cielo, rodeada de ángeles y de espíritus gloriosos.
Entre estas dos opiniones extremas hay toda una gama de creencias intermedias. Los Panteístas basan la Personalidad del Muerto en las grandes corrientes de la Vida Universal. Los Místicos predican que el Eseíritu liberado de las trabas de la materia sigue viviendo intentando salvar con su sacrificio aquellos que sufren todavía en la tierra. Los Iniciados de las diversas escuelas siguen la evolución del ser a través de los diferentes planos de la Naturaleza hasta el momento en que este ser, por su propia voluntad, volverá a adquirir un nuevo cuerpo físico en el Planeta donde aún le queda una "cuenta pendiente". La Muerte por la Patria libera casi siempre el Espíritu de un retorno o de una reencarnación...
¡Cuántas opiniones, cuántas discusiones, cuántas polémicas por un hecho natural para el cual tenemos la certeza de que veremos la solución! Pero se nos pedirá nuestra opinión y, por si le interesa al lector, diremos con toda franqueza: Los Muertos de la Tierra son los Vivos de otro plan de evolución. A nuestro entender, la Naturaleza es avara y no deja que ninguno de sus esfuerzos se desperdicie en la nada. El cerebro de un artista o de un sabio representa años y años de lenta evolución. ¿Por qué debe perderse esto repentinamente?
Papus, La Reencarnación @pioneris