

20.04.202515:38
1936
Cruzada
No guerra civil
Gabriel Calvo Zarraute
SND Editores
"A los cruzados, que tomasteis las armas en 1936 para defender a la España católica de la revolución comunista, ofrezco esta obra como modesto acto de reparación por el olvido y el desprecio de la Iglesia, a la que salvasteis del exterminio."
https://www.sndeditores.com/libro/1936-cruzada-y-no-guerra-civil_161912/
Cruzada
No guerra civil
Gabriel Calvo Zarraute
SND Editores
"A los cruzados, que tomasteis las armas en 1936 para defender a la España católica de la revolución comunista, ofrezco esta obra como modesto acto de reparación por el olvido y el desprecio de la Iglesia, a la que salvasteis del exterminio."
https://www.sndeditores.com/libro/1936-cruzada-y-no-guerra-civil_161912/
17.04.202522:12
Viernes Santo
La lanzada
Como era la Preparación a la Pascua, para que los cuerpos no quedasen en la cruz durante el sábado —porque era un día grande el de aquel sábado— los judíos pidieron a Pilato que se les quebrase las piernas, y los retirasen. Vinieron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y luego del otro que había sido crucificado con Él. Mas llegando a Jesús y viendo que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua.
Y el que vio, ha dado testimonio —y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad— a fin de que vosotros también creáis. Porque esto sucedió para que se cumpliese la Escritura: "Ningún hueso le quebrantaréis". Y también otra Escritura dice: "Volverán los ojos hacia Aquel a quien traspasaron".
Sepultura de Jesús
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero ocultamente, por miedo a los judíos, pidió a Pilato llevarse el cuerpo de Jesús, y Pilato se lo permitió. Vino, pues, y se llevó el cuerpo. Vino también Nicodemo, el que antes había ido a encontrarlo de noche; éste trajo una mixtura de mirra y áloe, como cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en fajas con las especies aromáticas, según la manera de sepultar a los judíos. En el lugar donde lo crucificaron había un jardín, y en el jardín un sepulcro nuevo, donde todavía nadie había sido puesto. Allí fue donde, por causa de la Preparación de los judíos, y por hallarse próximo este sepulcro, pusieron a Jesús.
Juan 18, 1-40; 19, 1-42
La lanzada
Como era la Preparación a la Pascua, para que los cuerpos no quedasen en la cruz durante el sábado —porque era un día grande el de aquel sábado— los judíos pidieron a Pilato que se les quebrase las piernas, y los retirasen. Vinieron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y luego del otro que había sido crucificado con Él. Mas llegando a Jesús y viendo que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua.
Y el que vio, ha dado testimonio —y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad— a fin de que vosotros también creáis. Porque esto sucedió para que se cumpliese la Escritura: "Ningún hueso le quebrantaréis". Y también otra Escritura dice: "Volverán los ojos hacia Aquel a quien traspasaron".
Sepultura de Jesús
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero ocultamente, por miedo a los judíos, pidió a Pilato llevarse el cuerpo de Jesús, y Pilato se lo permitió. Vino, pues, y se llevó el cuerpo. Vino también Nicodemo, el que antes había ido a encontrarlo de noche; éste trajo una mixtura de mirra y áloe, como cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en fajas con las especies aromáticas, según la manera de sepultar a los judíos. En el lugar donde lo crucificaron había un jardín, y en el jardín un sepulcro nuevo, donde todavía nadie había sido puesto. Allí fue donde, por causa de la Preparación de los judíos, y por hallarse próximo este sepulcro, pusieron a Jesús.
Juan 18, 1-40; 19, 1-42
16.04.202522:04
Jueves Santo
Jesús lava los pies a sus discípulos
Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora para que pasase de este mundo al Padre, como amaba a los suyos, los que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y mientras cenaban, cuando el diablo había ya puesto en el corazón de Judas, el Iscariote, hijo de Simón, el entregarlo, sabiendo que su Padre todo se lo había dado a Él en las manos, que había venido de Dios y que a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó sus vestidos, y se ciñó un lienzo. Luego, habiendo echado agua en un lebrillo, se puso a lavar los pies de sus discípulos y a enjugarlos con el lienzo con que estaba ceñido. Llegando a Simón Pedro, éste le dijo: "Señor, ¿Tú lavarme a mí los pies?" Jesús le respondió: "Lo que Yo hago, no puedes comprenderlo ahora, pero lo comprenderás después". Pedro le dijo: "No, jamás me lavarás Tú los pies". Jesús le respondió. "Si Yo no te lavo, no tendrás nada de común conmigo". Simón Pedro le dijo: "Entonces, Señor, no solamente los pies, sino también las manos y la cabeza". Jesús le dijo: "Quien está bañado, no necesita lavarse (más que los pies), porque está todo limpio. Y vosotros estáis limpios, pero no todos". Él sabía, en efecto, quién lo iba a entregar; por eso dijo: "No todos estáis limpios".
Después de lavarles los pies, tomó sus vestidos, se puso de nuevo a la mesa y les dijo: "¿Comprendéis lo que os he hecho? Vosotros me decís: "Maestro" y "Señor", y decís bien, porque lo soy. Si, pues, Yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis unos a otros lavaros los pies, porque os he dado el ejemplo, para que hagáis como Yo os he hecho.
Juan 13, 1-15
Jesús lava los pies a sus discípulos
Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora para que pasase de este mundo al Padre, como amaba a los suyos, los que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y mientras cenaban, cuando el diablo había ya puesto en el corazón de Judas, el Iscariote, hijo de Simón, el entregarlo, sabiendo que su Padre todo se lo había dado a Él en las manos, que había venido de Dios y que a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó sus vestidos, y se ciñó un lienzo. Luego, habiendo echado agua en un lebrillo, se puso a lavar los pies de sus discípulos y a enjugarlos con el lienzo con que estaba ceñido. Llegando a Simón Pedro, éste le dijo: "Señor, ¿Tú lavarme a mí los pies?" Jesús le respondió: "Lo que Yo hago, no puedes comprenderlo ahora, pero lo comprenderás después". Pedro le dijo: "No, jamás me lavarás Tú los pies". Jesús le respondió. "Si Yo no te lavo, no tendrás nada de común conmigo". Simón Pedro le dijo: "Entonces, Señor, no solamente los pies, sino también las manos y la cabeza". Jesús le dijo: "Quien está bañado, no necesita lavarse (más que los pies), porque está todo limpio. Y vosotros estáis limpios, pero no todos". Él sabía, en efecto, quién lo iba a entregar; por eso dijo: "No todos estáis limpios".
Después de lavarles los pies, tomó sus vestidos, se puso de nuevo a la mesa y les dijo: "¿Comprendéis lo que os he hecho? Vosotros me decís: "Maestro" y "Señor", y decís bien, porque lo soy. Si, pues, Yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis unos a otros lavaros los pies, porque os he dado el ejemplo, para que hagáis como Yo os he hecho.
Juan 13, 1-15
11.04.202518:19
Arbil, n.º 100. La Caridad en la historia de la Iglesia: 2000 años de servicio
https://arbil.org/100monte.htm
https://arbil.org/100monte.htm
11.04.202511:21
Comunicado del Padre Santiago Cantera, sobre su partida forzada del Valle de los Caídos.
“Agradezco de corazón el apoyo, la cercanía, el afecto y las oraciones de todas aquellas personas que me están mostrando su dolor por esta situación. Aunque todo esto que estoy viviendo con mi comunidad nos haya sido impuesto, lo acogemos con mirada sobrenatural y con la paz que el mundo no es capaz de dar, sino que sólo Dios puede proporcionar. Por mi parte, el hecho de tener que ausentarme de la que es mi comunidad, con la cual la comunión es total y estamos todos unidos, y aunque se me haya impuesto de esta manera violentar mi voto benedictino de estabilidad, es una ocasión de la que Dios se vale para proporcionarme un tiempo de descanso físico y mental y de retiro espiritual que realmente necesitaba y que me hará crecer interiormente y en mi adhesión al Buen Dios de amor y misericordia. Pido, por tanto, a las personas que desean verme o ponerse en contacto conmigo, que respeten el retiro y la paz que necesito durante un tiempo y, más adelante, ya tendremos ocasión de encontrarnos de nuevo. A todas las encomiendo en mis oraciones y estamos unidos en los Corazones de Jesús y de María.
P. Santiago Cantera, OSB”.
“Agradezco de corazón el apoyo, la cercanía, el afecto y las oraciones de todas aquellas personas que me están mostrando su dolor por esta situación. Aunque todo esto que estoy viviendo con mi comunidad nos haya sido impuesto, lo acogemos con mirada sobrenatural y con la paz que el mundo no es capaz de dar, sino que sólo Dios puede proporcionar. Por mi parte, el hecho de tener que ausentarme de la que es mi comunidad, con la cual la comunión es total y estamos todos unidos, y aunque se me haya impuesto de esta manera violentar mi voto benedictino de estabilidad, es una ocasión de la que Dios se vale para proporcionarme un tiempo de descanso físico y mental y de retiro espiritual que realmente necesitaba y que me hará crecer interiormente y en mi adhesión al Buen Dios de amor y misericordia. Pido, por tanto, a las personas que desean verme o ponerse en contacto conmigo, que respeten el retiro y la paz que necesito durante un tiempo y, más adelante, ya tendremos ocasión de encontrarnos de nuevo. A todas las encomiendo en mis oraciones y estamos unidos en los Corazones de Jesús y de María.
P. Santiago Cantera, OSB”.
19.04.202522:33
La Iglesia española entrega a Sánchez el Valle de los Caídos – El manifiesto
https://elmanifiesto.com/la-iglesia-espanola-entrega-el-valle-de-los-caidos-para-su-profanacion/
https://elmanifiesto.com/la-iglesia-espanola-entrega-el-valle-de-los-caidos-para-su-profanacion/
17.04.202522:11
Viernes Santo
La crucifixión
Tomaron, pues, a Jesús; y Él, llevándose su cruz, salió para el lugar llamado "El cráneo", en hebreo Gólgota, donde lo crucificaron, y con Él a otros dos, uno de cada lado, quedando Jesús en el medio. Escribió también Pilato un título que puso sobre la cruz. Estaba escrito: "Jesús Nazareno, el rey de los judíos". Este título fue leído por muchos judíos, porque el lugar donde Jesús fue crucificado se encontraba próximo a la ciudad; y estaba redactado en hebreo, en latín y en griego. Mas los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: "No escribas "el rey de los judíos", sino escribe que Él ha dicho: "Soy el rey de los judíos". Respondió Pilato: "Lo que escribí, escribí".
Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, de los que hicieron cuatro partes, una para cada uno, y también la túnica. Esta túnica era sin costura, tejida de una sola pieza desde arriba. Se dijeron, pues, unos a otros: "No la rasguemos, sino echemos suertes sobre ella para saber de quién será"; a fin de que se cumpliese la Escritura: "Se repartieron mis vestidos, y sobre mi túnica echaron suertes". Y los soldados hicieron esto.
María al pie de la cruz
Junto a la cruz de Jesús estaba de pie su madre, y también la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y, junto a ella, al discípulo que amaba, dijo a su madre: "Mujer, he ahí a tu hijo". Después dijo al discípulo: "He ahí a tu madre". Y desde este momento el discípulo la recibió consigo.
Muerte de Jesús
Después de esto, Jesús, sabiendo que todo estaba acabado, para que tuviese cumplimiento la Escritura, dijo: "Tengo sed". Había allí un vaso lleno de vinagre. Empaparon pues, en vinagre una esponja, que ataron a un hisopo, y la aproximaron a su boca. Cuando hubo tomado el vinagre, dijo: "Está cumplido", e inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
La crucifixión
Tomaron, pues, a Jesús; y Él, llevándose su cruz, salió para el lugar llamado "El cráneo", en hebreo Gólgota, donde lo crucificaron, y con Él a otros dos, uno de cada lado, quedando Jesús en el medio. Escribió también Pilato un título que puso sobre la cruz. Estaba escrito: "Jesús Nazareno, el rey de los judíos". Este título fue leído por muchos judíos, porque el lugar donde Jesús fue crucificado se encontraba próximo a la ciudad; y estaba redactado en hebreo, en latín y en griego. Mas los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: "No escribas "el rey de los judíos", sino escribe que Él ha dicho: "Soy el rey de los judíos". Respondió Pilato: "Lo que escribí, escribí".
Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, de los que hicieron cuatro partes, una para cada uno, y también la túnica. Esta túnica era sin costura, tejida de una sola pieza desde arriba. Se dijeron, pues, unos a otros: "No la rasguemos, sino echemos suertes sobre ella para saber de quién será"; a fin de que se cumpliese la Escritura: "Se repartieron mis vestidos, y sobre mi túnica echaron suertes". Y los soldados hicieron esto.
María al pie de la cruz
Junto a la cruz de Jesús estaba de pie su madre, y también la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y, junto a ella, al discípulo que amaba, dijo a su madre: "Mujer, he ahí a tu hijo". Después dijo al discípulo: "He ahí a tu madre". Y desde este momento el discípulo la recibió consigo.
Muerte de Jesús
Después de esto, Jesús, sabiendo que todo estaba acabado, para que tuviese cumplimiento la Escritura, dijo: "Tengo sed". Había allí un vaso lleno de vinagre. Empaparon pues, en vinagre una esponja, que ataron a un hisopo, y la aproximaron a su boca. Cuando hubo tomado el vinagre, dijo: "Está cumplido", e inclinando la cabeza, entregó el espíritu.


11.04.202518:14
La Escolanía de la Abadía Benedictina de la Santa Cruz del Valle de los Caídos
Santiago Cantera Montenegro
Voz de Papel
Siguiendo el precedente de las escolanías medievales y de los niños oblatos del monasterio de Silos desde 1881, la Escolanía del Valle de los Caídos nació en 1958, a la vez que la propia abadía de la Santa Cruz, para contribuir a la solemnidad de las celebraciones litúrgicas en la basílica. Desde entonces se ha convertido en una formación coral de gran prestigio dentro y fuera de España. Son el único coro de voces blancas del mundo que interpreta el repertorio gregoriano completo, en latín y a una edad muy temprana.
Santiago Cantera Montenegro
Voz de Papel
Siguiendo el precedente de las escolanías medievales y de los niños oblatos del monasterio de Silos desde 1881, la Escolanía del Valle de los Caídos nació en 1958, a la vez que la propia abadía de la Santa Cruz, para contribuir a la solemnidad de las celebraciones litúrgicas en la basílica. Desde entonces se ha convertido en una formación coral de gran prestigio dentro y fuera de España. Son el único coro de voces blancas del mundo que interpreta el repertorio gregoriano completo, en latín y a una edad muy temprana.
11.04.202510:28
LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN MARÍA. San Alfonso María de Ligorio
PRIMER DOLOR: LA PROFECÍA DEL ANCIANO SIMEÓN
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/primer-dolor-la-profecia-del-anciano.html
Vídeo https://youtu.be/cppVlKTL7J8?si=z1BrCdPPfpVtbugP
SEGUNDO DOLOR: LA HUIDA A EGIPTO
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/segundo-dolor-la-huida-egipto.html
Vídeo https://youtu.be/yLnHHA_ek0c?si=4QfThycumunDMQ1Z
TERCER DOLOR: EL NIÑO JESÚS PERDIDO EN EL TEMPLO
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/tercer-dolor-el-nino-jesus-perdido-en.html
Vídeo https://youtu.be/KjGWpxGb1AU?si=boHG6PZs5TJBT9bm
CUARTO DOLOR: ENCUENTRO DE MARÍA CON JESÚS CAMINO DEL CALVARIO
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/cuarto-dolor-encuentro-de-maria-con.html
Vídeo https://youtu.be/KMPXQ6VnQYA?si=9czaqjhPjjiphgAS
QUINTO DOLOR: LA MUERTE DE JESÚS
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/quinto-dolor-la-muerte-de-jesus.html
Vídeo https://youtu.be/IQt-iOXHs8U?si=CnSnB9zngrxxa2ky
SEXTO DOLOR: LANZADA Y DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/sexto-dolor-lanzada-y-descendimiento-de.html
Vídeo https://youtu.be/i859h9nJRBc?si=0rj7sYYEpPVquP6s
SÉPTIMO DOLOR: SEPULTURA DE JESÚS
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/septimo-dolor-sepultura-de-jesus.html
Vídeo https://youtu.be/m8_7TPRFPRc?si=RS8rhwxtXJdNNQNg
Fuente: Iglesia del Salvador de Toledo
PRIMER DOLOR: LA PROFECÍA DEL ANCIANO SIMEÓN
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/primer-dolor-la-profecia-del-anciano.html
Vídeo https://youtu.be/cppVlKTL7J8?si=z1BrCdPPfpVtbugP
SEGUNDO DOLOR: LA HUIDA A EGIPTO
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/segundo-dolor-la-huida-egipto.html
Vídeo https://youtu.be/yLnHHA_ek0c?si=4QfThycumunDMQ1Z
TERCER DOLOR: EL NIÑO JESÚS PERDIDO EN EL TEMPLO
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/tercer-dolor-el-nino-jesus-perdido-en.html
Vídeo https://youtu.be/KjGWpxGb1AU?si=boHG6PZs5TJBT9bm
CUARTO DOLOR: ENCUENTRO DE MARÍA CON JESÚS CAMINO DEL CALVARIO
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/cuarto-dolor-encuentro-de-maria-con.html
Vídeo https://youtu.be/KMPXQ6VnQYA?si=9czaqjhPjjiphgAS
QUINTO DOLOR: LA MUERTE DE JESÚS
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/quinto-dolor-la-muerte-de-jesus.html
Vídeo https://youtu.be/IQt-iOXHs8U?si=CnSnB9zngrxxa2ky
SEXTO DOLOR: LANZADA Y DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/sexto-dolor-lanzada-y-descendimiento-de.html
Vídeo https://youtu.be/i859h9nJRBc?si=0rj7sYYEpPVquP6s
SÉPTIMO DOLOR: SEPULTURA DE JESÚS
Texto http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2023/03/septimo-dolor-sepultura-de-jesus.html
Vídeo https://youtu.be/m8_7TPRFPRc?si=RS8rhwxtXJdNNQNg
Fuente: Iglesia del Salvador de Toledo
10.04.202518:10
Llego un poco tarde (aunque siempre se puede recuperar el terreno perdido):
A partir de hoy, en el canal de Estefanía Aguirre se está publicando la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús por medio de María, según San Luis de Montfort.
Mensaje de presentación: 👇
https://t.me/GuerreraDelValle/844
A partir de hoy, en el canal de Estefanía Aguirre se está publicando la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús por medio de María, según San Luis de Montfort.
Mensaje de presentación: 👇
https://t.me/GuerreraDelValle/844
19.04.202522:01
Domingo de Resurrección
Las santas mujeres van al sepulcro
Pasado el sábado, María la Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas, para ir a ungirlo. Y muy de madrugada, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, al salir el sol. Y se decían unas a otras: "¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?" Y al mirar, vieron que la piedra había ya sido removida, y era en efecto sumamente grande. Y entrando en el sepulcro vieron, sentado a la derecha, a un joven vestido con una larga túnica blanca, y quedaron llenas de estupor. Mas él les dijo: "No tengáis miedo. A Jesús buscáis, el Nazareno crucificado; resucitó, no está aquí. Ved el lugar donde lo habían puesto. Pero id a decir a los discípulos de Él y a Pedro: va delante de vosotros a la Galilea; allí lo veréis, como os dijo".
Marcos 16, 1-7
Las santas mujeres van al sepulcro
Pasado el sábado, María la Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas, para ir a ungirlo. Y muy de madrugada, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, al salir el sol. Y se decían unas a otras: "¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?" Y al mirar, vieron que la piedra había ya sido removida, y era en efecto sumamente grande. Y entrando en el sepulcro vieron, sentado a la derecha, a un joven vestido con una larga túnica blanca, y quedaron llenas de estupor. Mas él les dijo: "No tengáis miedo. A Jesús buscáis, el Nazareno crucificado; resucitó, no está aquí. Ved el lugar donde lo habían puesto. Pero id a decir a los discípulos de Él y a Pedro: va delante de vosotros a la Galilea; allí lo veréis, como os dijo".
Marcos 16, 1-7
17.04.202522:06
Viernes Santo
Jesús ante Pilato
Entonces condujeron a Jesús, de casa de Caifás, al pretorio: era de madrugada. Pero ellos no entraron en el pretorio, para no contaminarse, y poder comer la Pascua. Vino, pues, Pilato a ellos afuera, y les dijo: "¿Qué acusación traéis contra este hombre?" Respondiéronle y dijeron: "Si no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado". Díjoles Pilato: "Entonces tomadlo y juzgadlo según vuestra Ley". Los judíos le respondieron: "A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie"; para que se cumpliese la palabra por la cual Jesús significó de qué muerte había de morir.
Pilato entró, pues, de nuevo en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: "¿Eres Tú el Rey de los judíos?" Jesús respondió: "¿Lo dices tú por ti mismo, o te lo han dicho otros de Mí?" Pilato repuso: "¿Acaso soy judío yo? Es tu nación y los pontífices quienes te han entregado a Mí. ¿Qué has hecho?" Replicó Jesús: "Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores combatirían a fin de que Yo no fuese entregado a los judíos. Mas ahora mi reino no es de aquí". Díjole, pues, Pilato: "¿Conque Tú eres rey?" Contestó Jesús: "Tú lo dices: Yo soy rey". Yo para esto nací y para esto vine al mundo, a fin de dar testimonio a la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz". Pilato le dijo: "¿Qué cosa es verdad?". Apenas dicho esto, salió otra vez afuera y les dijo a los judíos: "Yo no encuentro ningún cargo contra él.
Jesús y Barrabás
Pero tenéis costumbre de que para Pascua os liberte a alguien. ¿Queréis, pues, que os deje libre al rey de los judíos?" Y ellos gritaron de nuevo: "No a él, sino a Barrabás". Barrabás era un ladrón.
Jesús azotado y coronado de espinas
Entonces, pues, Pilato tomó a Jesús y lo hizo azotar. Luego los soldados trenzaron una corona de espinas, que le pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura. Y acercándose a Él, decían: "¡Salve, rey de los judíos!" y le daban bofetadas.
Ecce homo
Pilato salió otra vez afuera, y les dijo: "Os lo traigo fuera, para que sepáis que yo no encuentro contra Él ningún cargo". Entonces Jesús salió fuera, con la corona de espinas y el manto de púrpura, y (Pilato) les dijo: "¡He aquí al hombre!". Los sumos sacerdotes y los satélites, desde que lo vieron, se pusieron a gritar: "¡Crucifícalo, crucifícalo!" Pilato les dijo: "Tomadlo vosotros, y crucificadlo; porque yo no encuentro en Él ningún delito". Los judíos le respondieron: "Nosotros tenemos una Ley, y según esta Ley, debe morir, porque se ha hecho Hijo de Dios". Ante estas palabras, aumentó el temor de Pilato. Volvió a entrar al pretorio, y preguntó a Jesús: "¿De dónde eres Tú?" Jesús no le dio respuesta. Díjole, pues, Pilato: "¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo el poder de librarte y el poder de crucificarte?" Jesús le respondió: "No tendrías sobre Mí ningún poder, si no te hubiera sido dado de lo alto; por esto quien me entregó a ti, tiene mayor pecado".
La condenación
Desde entonces Pilato buscaba cómo dejarlo libre; pero los judíos se pusieron a gritar diciendo: "Si sueltas a éste, no eres amigo del César: todo el que se pretende rey, se opone al César". Pilato, al oír estas palabras, hizo salir a Jesús afuera; después se sentó en el tribunal en el lugar llamado Lithóstrotos, en hebreo Gábbatha. Era la preparación de la Pascua, alrededor de la hora sexta. Y dijo a los judíos: "He aquí a vuestro Rey". Pero ellos se pusieron a gritar: "¡Muera! ¡Muera! ¡Crucifícalo!" Pilato les dijo: "¿A vuestro rey he de crucificar?" Respondieron los sumos sacerdotes: "¡Nosotros no tenemos otro rey que el César!" Entonces se lo entregó para que fuese crucificado.
Jesús ante Pilato
Entonces condujeron a Jesús, de casa de Caifás, al pretorio: era de madrugada. Pero ellos no entraron en el pretorio, para no contaminarse, y poder comer la Pascua. Vino, pues, Pilato a ellos afuera, y les dijo: "¿Qué acusación traéis contra este hombre?" Respondiéronle y dijeron: "Si no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado". Díjoles Pilato: "Entonces tomadlo y juzgadlo según vuestra Ley". Los judíos le respondieron: "A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie"; para que se cumpliese la palabra por la cual Jesús significó de qué muerte había de morir.
Pilato entró, pues, de nuevo en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: "¿Eres Tú el Rey de los judíos?" Jesús respondió: "¿Lo dices tú por ti mismo, o te lo han dicho otros de Mí?" Pilato repuso: "¿Acaso soy judío yo? Es tu nación y los pontífices quienes te han entregado a Mí. ¿Qué has hecho?" Replicó Jesús: "Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores combatirían a fin de que Yo no fuese entregado a los judíos. Mas ahora mi reino no es de aquí". Díjole, pues, Pilato: "¿Conque Tú eres rey?" Contestó Jesús: "Tú lo dices: Yo soy rey". Yo para esto nací y para esto vine al mundo, a fin de dar testimonio a la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz". Pilato le dijo: "¿Qué cosa es verdad?". Apenas dicho esto, salió otra vez afuera y les dijo a los judíos: "Yo no encuentro ningún cargo contra él.
Jesús y Barrabás
Pero tenéis costumbre de que para Pascua os liberte a alguien. ¿Queréis, pues, que os deje libre al rey de los judíos?" Y ellos gritaron de nuevo: "No a él, sino a Barrabás". Barrabás era un ladrón.
Jesús azotado y coronado de espinas
Entonces, pues, Pilato tomó a Jesús y lo hizo azotar. Luego los soldados trenzaron una corona de espinas, que le pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura. Y acercándose a Él, decían: "¡Salve, rey de los judíos!" y le daban bofetadas.
Ecce homo
Pilato salió otra vez afuera, y les dijo: "Os lo traigo fuera, para que sepáis que yo no encuentro contra Él ningún cargo". Entonces Jesús salió fuera, con la corona de espinas y el manto de púrpura, y (Pilato) les dijo: "¡He aquí al hombre!". Los sumos sacerdotes y los satélites, desde que lo vieron, se pusieron a gritar: "¡Crucifícalo, crucifícalo!" Pilato les dijo: "Tomadlo vosotros, y crucificadlo; porque yo no encuentro en Él ningún delito". Los judíos le respondieron: "Nosotros tenemos una Ley, y según esta Ley, debe morir, porque se ha hecho Hijo de Dios". Ante estas palabras, aumentó el temor de Pilato. Volvió a entrar al pretorio, y preguntó a Jesús: "¿De dónde eres Tú?" Jesús no le dio respuesta. Díjole, pues, Pilato: "¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo el poder de librarte y el poder de crucificarte?" Jesús le respondió: "No tendrías sobre Mí ningún poder, si no te hubiera sido dado de lo alto; por esto quien me entregó a ti, tiene mayor pecado".
La condenación
Desde entonces Pilato buscaba cómo dejarlo libre; pero los judíos se pusieron a gritar diciendo: "Si sueltas a éste, no eres amigo del César: todo el que se pretende rey, se opone al César". Pilato, al oír estas palabras, hizo salir a Jesús afuera; después se sentó en el tribunal en el lugar llamado Lithóstrotos, en hebreo Gábbatha. Era la preparación de la Pascua, alrededor de la hora sexta. Y dijo a los judíos: "He aquí a vuestro Rey". Pero ellos se pusieron a gritar: "¡Muera! ¡Muera! ¡Crucifícalo!" Pilato les dijo: "¿A vuestro rey he de crucificar?" Respondieron los sumos sacerdotes: "¡Nosotros no tenemos otro rey que el César!" Entonces se lo entregó para que fuese crucificado.
11.04.202512:08
Cantera y la 'stabilitas loci' violentada
https://infovaticana.com/2025/04/11/cantera-y-la-stabilitas-loci-violentada/
https://infovaticana.com/2025/04/11/cantera-y-la-stabilitas-loci-violentada/
18.04.202522:04
Sábado Santo
Descenso del Señor a los infiernos
"¿Qué es lo que hoy sucede? Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio porque el Rey duerme. «La tierra temió sobrecogida» porque Dios se durmió en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios en la carne ha muerto y el Abismo ha despertado.
Va a buscar a nuestro primer padre como si fuera la oveja perdida. Quiere absolutamente visitar «a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte». El, que es al mismo tiempo Hijo de Dios, hijo de Eva, va a librar de su prisión y de sus dolores a Adán y a Eva.
El Señor, teniendo en sus manos las armas vencedoras de la cruz, se acerca a ellos. Al verlo nuestro primer padre Adán, asombrado por tan gran acontecimiento, exclama y dice a todos: Mi Señor esté con todos. Y Cristo, respondiendo, dice a Adán: Y con tu espíritu. Y tomándolo por la mano le añade: «Despierta tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz».
Yo soy tu Dios que por ti y por todos los que han de nacer de ti me he hecho tu hijo; y ahora te digo: tengo el poder de anunciar a los que están encadenados: Salid; y a los que se encuentran en las tinieblas: iluminaos; y a los que dormís: levantaos.
A ti te mando: «despierta tú que duermes», pues no te creé para que permanezcas cautivo en el Abismo; «levántate de entre los muertos», pues yo soy la vida de los muertos. Levántate, obra de mis manos; levántate, imagen mía, creado a mi semejanza. Levántate, salgamos de aquí porque tú en mí, y yo en ti, formamos una sola e indivisible persona.
Por ti yo, tu Dios, me he hecho tu hijo; por ti yo, tu Señor, he revestido tu condición servil; por ti yo, que estoy sobre los cielos, he venido a la tierra y he bajado al Abismo; por ti me he hecho hombre, «semejante a un inválido que tiene su cama entre los muertos»; por ti que fuiste expulsado del huerto he sido entregado a los judíos en el huerto, y en el huerto he sido crucificado. Contempla los salivazos de mi cara que he soportado para devolverte tu primer aliento de vida; contempla los golpes de mis mejillas que he soportado para reformar de acuerdo con mi imagen tu imagen deformada.
Contempla los azotes en mis espaldas que he aceptado para aliviarte del peso de los pecados que habían sido cargados sobre tu espalda. Contempla los clavos que me han sujetado fuertemente al madero; por ti los he aceptado, que maliciosamente extendiste una mano al árbol.
Dormí en la cruz y la lanza atravesó mi costado por ti, que en el paraíso dormiste y de tu costado diste origen a Eva. Mi costado ha curado el dolor del costado. Mi sueño te saca del sueño del Abismo. Mi lanza eliminó aquella espada que te amenazaba en el paraíso.
Levántate, salgamos de aquí. El enemigo te sacó del paraíso; yo te coloco no ya en el paraíso, sino en el trono celeste. Te prohibí que comieras del árbol de la vida, que no era sino imagen del verdadero árbol; yo soy el verdadero árbol, yo que soy la vida y que estoy unido a ti. Coloqué un querubín que fielmente te vigilará; ahora te concedo que el querubín, reconociendo tu dignidad, te sirva.
El trono de los querubines está preparado, los portadores atentos y preparados, el tálamo construido, los alimentos prestos, se han embellecido los eternos tabernáculos y las moradas, los tesoros abiertos y el reino de los cielos que existe antes de los siglos está preparado."
De una homilía antigua sobre el grande y santo Sábado
Descenso del Señor a los infiernos
"¿Qué es lo que hoy sucede? Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio porque el Rey duerme. «La tierra temió sobrecogida» porque Dios se durmió en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios en la carne ha muerto y el Abismo ha despertado.
Va a buscar a nuestro primer padre como si fuera la oveja perdida. Quiere absolutamente visitar «a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte». El, que es al mismo tiempo Hijo de Dios, hijo de Eva, va a librar de su prisión y de sus dolores a Adán y a Eva.
El Señor, teniendo en sus manos las armas vencedoras de la cruz, se acerca a ellos. Al verlo nuestro primer padre Adán, asombrado por tan gran acontecimiento, exclama y dice a todos: Mi Señor esté con todos. Y Cristo, respondiendo, dice a Adán: Y con tu espíritu. Y tomándolo por la mano le añade: «Despierta tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz».
Yo soy tu Dios que por ti y por todos los que han de nacer de ti me he hecho tu hijo; y ahora te digo: tengo el poder de anunciar a los que están encadenados: Salid; y a los que se encuentran en las tinieblas: iluminaos; y a los que dormís: levantaos.
A ti te mando: «despierta tú que duermes», pues no te creé para que permanezcas cautivo en el Abismo; «levántate de entre los muertos», pues yo soy la vida de los muertos. Levántate, obra de mis manos; levántate, imagen mía, creado a mi semejanza. Levántate, salgamos de aquí porque tú en mí, y yo en ti, formamos una sola e indivisible persona.
Por ti yo, tu Dios, me he hecho tu hijo; por ti yo, tu Señor, he revestido tu condición servil; por ti yo, que estoy sobre los cielos, he venido a la tierra y he bajado al Abismo; por ti me he hecho hombre, «semejante a un inválido que tiene su cama entre los muertos»; por ti que fuiste expulsado del huerto he sido entregado a los judíos en el huerto, y en el huerto he sido crucificado. Contempla los salivazos de mi cara que he soportado para devolverte tu primer aliento de vida; contempla los golpes de mis mejillas que he soportado para reformar de acuerdo con mi imagen tu imagen deformada.
Contempla los azotes en mis espaldas que he aceptado para aliviarte del peso de los pecados que habían sido cargados sobre tu espalda. Contempla los clavos que me han sujetado fuertemente al madero; por ti los he aceptado, que maliciosamente extendiste una mano al árbol.
Dormí en la cruz y la lanza atravesó mi costado por ti, que en el paraíso dormiste y de tu costado diste origen a Eva. Mi costado ha curado el dolor del costado. Mi sueño te saca del sueño del Abismo. Mi lanza eliminó aquella espada que te amenazaba en el paraíso.
Levántate, salgamos de aquí. El enemigo te sacó del paraíso; yo te coloco no ya en el paraíso, sino en el trono celeste. Te prohibí que comieras del árbol de la vida, que no era sino imagen del verdadero árbol; yo soy el verdadero árbol, yo que soy la vida y que estoy unido a ti. Coloqué un querubín que fielmente te vigilará; ahora te concedo que el querubín, reconociendo tu dignidad, te sirva.
El trono de los querubines está preparado, los portadores atentos y preparados, el tálamo construido, los alimentos prestos, se han embellecido los eternos tabernáculos y las moradas, los tesoros abiertos y el reino de los cielos que existe antes de los siglos está preparado."
De una homilía antigua sobre el grande y santo Sábado
17.04.202522:04
Viernes Santo
Jesús es tomado preso
Después de hablar así, se fue Jesús acompañado de sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con ellos. Y Judas, el que lo entregaba, conocía bien este lugar, porque Jesús y sus discípulos se habían reunido allí frecuentemente. Judas, pues, tomando a la guardia y a los satélites de los sumos sacerdotes y de los fariseos, llegó allí con linternas y antorchas, y con armas. Entonces Jesús, sabiendo todo lo que le había de acontecer se adelantó y les dijo: "¿A quién buscáis?" Respondiéronle: "A Jesús el Nazareno". Les dijo: "Soy Yo". Judas, que lo entregaba, estaba allí con ellos. No bien les hubo dicho: "Yo soy", retrocedieron y cayeron en tierra. De nuevo les preguntó: "¿A quién buscáis?" Dijeron: "A Jesús de Nazaret". Respondió Jesús: "Os he dicho que soy Yo. Por tanto si me buscáis a Mí, dejad ir a éstos"; para que se cumpliese la palabra, que Él había dicho: "De los que me diste, no perdí ninguno". Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó e hirió a un siervo del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha. El nombre del siervo era Malco. Mas Jesús dijo a Pedro: "Vuelve la espada a la vaina; ¿no he de beber el cáliz que me ha dado el Padre?".
Jesús ante Anás y Caifás. Negación de Pedro
Entonces la guardia, el tribuno y los satélites de los judíos prendieron a Jesús y lo ataron. Y lo condujeron primero a Anás, porque éste era el suegro de Caifás, el cual era Sumo Sacerdote en aquel año. Pero Anás lo envió atado a Caifás, el Sumo Sacerdote. Caifás era aquel que había dado a los judíos el consejo: "Conviene que un solo hombre muera por el pueblo".
Entretanto Simón Pedro seguía a Jesús como también otro discípulo. Este discípulo, por ser conocido del Sumo Sacerdote, entró con Jesús en el palacio del Pontífice; mas Pedro permanecía fuera, junto a la puerta. Salió, pues, aquel otro discípulo, conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera, y trajo adentro a Pedro. Entonces, la criada portera dijo a Pedro: "¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?" Él respondió: "No soy". Estaban allí de pie, calentándose, los criados y los satélites, que habían encendido un fuego, porque hacía frío. Pedro estaba también en pie con ellos y se calentaba.
El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús sobre sus discípulos y sobre su enseñanza. Jesús le respondió: "Yo he hablado al mundo públicamente; enseñé en las sinagogas y en el Templo, adonde concurren todos los judíos, y nada he hablado a escondidas. ¿Por qué me interrogas a Mí? Pregunta a los que han oído, qué les he enseñado; ellos saben lo que Yo he dicho". A estas palabras, uno de los satélites, que se encontraba junto a Jesús, le dio una bofetada, diciendo: "¿Así respondes Tú al Sumo Sacerdote?" Jesús le respondió: "Si he hablado mal, prueba en qué está el mal; pero si he hablado bien ¿por qué me golpeas?"
Entretanto Simón Pedro seguía allí calentándose, y le dijeron: "No eres tú también de sus discípulos". Él lo negó y dijo: "No lo soy". Uno de los siervos del Sumo Sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: "¿No te vi yo en el huerto con Él?" Pedro lo negó otra vez, y en seguida cantó un gallo.
Jesús es tomado preso
Después de hablar así, se fue Jesús acompañado de sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con ellos. Y Judas, el que lo entregaba, conocía bien este lugar, porque Jesús y sus discípulos se habían reunido allí frecuentemente. Judas, pues, tomando a la guardia y a los satélites de los sumos sacerdotes y de los fariseos, llegó allí con linternas y antorchas, y con armas. Entonces Jesús, sabiendo todo lo que le había de acontecer se adelantó y les dijo: "¿A quién buscáis?" Respondiéronle: "A Jesús el Nazareno". Les dijo: "Soy Yo". Judas, que lo entregaba, estaba allí con ellos. No bien les hubo dicho: "Yo soy", retrocedieron y cayeron en tierra. De nuevo les preguntó: "¿A quién buscáis?" Dijeron: "A Jesús de Nazaret". Respondió Jesús: "Os he dicho que soy Yo. Por tanto si me buscáis a Mí, dejad ir a éstos"; para que se cumpliese la palabra, que Él había dicho: "De los que me diste, no perdí ninguno". Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó e hirió a un siervo del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha. El nombre del siervo era Malco. Mas Jesús dijo a Pedro: "Vuelve la espada a la vaina; ¿no he de beber el cáliz que me ha dado el Padre?".
Jesús ante Anás y Caifás. Negación de Pedro
Entonces la guardia, el tribuno y los satélites de los judíos prendieron a Jesús y lo ataron. Y lo condujeron primero a Anás, porque éste era el suegro de Caifás, el cual era Sumo Sacerdote en aquel año. Pero Anás lo envió atado a Caifás, el Sumo Sacerdote. Caifás era aquel que había dado a los judíos el consejo: "Conviene que un solo hombre muera por el pueblo".
Entretanto Simón Pedro seguía a Jesús como también otro discípulo. Este discípulo, por ser conocido del Sumo Sacerdote, entró con Jesús en el palacio del Pontífice; mas Pedro permanecía fuera, junto a la puerta. Salió, pues, aquel otro discípulo, conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera, y trajo adentro a Pedro. Entonces, la criada portera dijo a Pedro: "¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?" Él respondió: "No soy". Estaban allí de pie, calentándose, los criados y los satélites, que habían encendido un fuego, porque hacía frío. Pedro estaba también en pie con ellos y se calentaba.
El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús sobre sus discípulos y sobre su enseñanza. Jesús le respondió: "Yo he hablado al mundo públicamente; enseñé en las sinagogas y en el Templo, adonde concurren todos los judíos, y nada he hablado a escondidas. ¿Por qué me interrogas a Mí? Pregunta a los que han oído, qué les he enseñado; ellos saben lo que Yo he dicho". A estas palabras, uno de los satélites, que se encontraba junto a Jesús, le dio una bofetada, diciendo: "¿Así respondes Tú al Sumo Sacerdote?" Jesús le respondió: "Si he hablado mal, prueba en qué está el mal; pero si he hablado bien ¿por qué me golpeas?"
Entretanto Simón Pedro seguía allí calentándose, y le dijeron: "No eres tú también de sus discípulos". Él lo negó y dijo: "No lo soy". Uno de los siervos del Sumo Sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: "¿No te vi yo en el huerto con Él?" Pedro lo negó otra vez, y en seguida cantó un gallo.
10.04.202514:58
Es preferible una Iglesia mártir que una Iglesia connivente con el mal - Fray Santiago Cantera, OSB
https://www.infocatolica.com/?t=opinion&cod=7694
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