06.04.202521:34
Salustio frente al Leviatán moderno: una conciencia moral desde la Antigüedad
Introducción
Cayo Salustio Crispo (86–35 a.C.), historiador, senador y moralista romano, vivió en una época de profunda crisis institucional, donde la República romana se deshacía entre la corrupción, las ambiciones personales y el vaciamiento de las virtudes cívicas. Su mirada áspera, crítica y realista lo convierte en un testigo privilegiado de los mecanismos de degeneración política y social. Hoy, dos milenios después, Salustio vuelve a cobrar vigencia como conciencia moral ante el surgimiento de nuevas formas de dominación que recuerdan a los excesos que denunció: el Leviatán moderno.
Este ensayo propone un ejercicio de diálogo entre el pensamiento de Salustio y algunos de los fenómenos que caracterizan a las sociedades contemporáneas: la vigilancia masiva, la destrucción de la propiedad privada, la manipulación legislativa, las políticas eugenésicas, el darwinismo social y la economía de guerra perpetua. Desde su ética republicana, Salustio ofrece una vara de medir la decadencia moral de nuestro tiempo.
I. El alma frente a la maquinaria: libre albedrío y deshumanización
Salustio, heredero de la filosofía estoica y del sentido moral romano, nunca dudó de que el hombre posee una voluntad propia, capaz de elevarlo o degradarlo. Su diagnóstico no era determinista, sino ético: los pueblos caen en la esclavitud no por destino, sino por corrupción interna.
Frente a los intentos actuales de reducir al ser humano a un mero ente corporal, manipulable, sustituible y programable, Salustio afirmaría que el vaciamiento del alma conlleva la desaparición de la libertad. El hombre convertido en medio, y no en fin, es el resultado último de una política sin virtud. Ya lo había advertido al describir a Roma: "cuando el miedo sustituyó a la virtud, la libertad murió sin violencia".
II. Propiedad, libertad y corrupción legal
La república, para Salustio, no puede sostenerse sin una base de propiedad privada garantizada, no solo por la ley, sino por la virtud pública. En La guerra de Yugurta, denunció cómo el poder utilizaba las leyes para saquear, legitimar la rapiña y vaciar de contenido la justicia.
Hoy, la emisión monetaria sin respaldo, los impuestos confiscatorios, la legiferación abusiva y las expropiaciones justificadas por el "bien común" recordarían a Salustio la Roma en decadencia, donde las leyes ya no eran escudo del ciudadano, sino espada del ambicioso. Sin propiedad segura, la libertad es una ficción.
III. Eugenesia, aborto y familia: el orden natural como enemigo
Salustio nunca teorizó sobre la eugenesia moderna, pero su rechazo a todo uso de la ley para pervertir el orden natural habría sido absoluto. La destrucción del contrato matrimonial, la desestructuración familiar y la eliminación de vidas humanas bajo pretexto de "dignidad" o "autonomía" le habrían parecido signos de una civilización entregada al capricho del poder.
El Estado que decide quién debe nacer o morir, cómo debe vivir una familia, o qué es un vínculo matrimonial, no es protector sino tirano. En esto, Salustio coincidiría con Santo Tomás o Kant: lo que niega al hombre como fin, lo convierte en bestia.
IV. Vigilancia, control y la muerte civil del ciudadano
Crédito social, dinero digital centralizado, listas sanitarias, huellas de carbono o ciudades de 15 minutos: todos estos instrumentos habrían sido reconocidos por Salustio como tecnologías del miedo. Instrumentos que, bajo apariencia de progreso o seguridad, cancelan la libertad práctica del hombre.
El ciudadano vigilado, rastreado, condicionado en sus movimientos y premiado o castigado según su obediencia, ya no es parte de una república. Es parte de una granja. Para Salustio, esto no sería más que una forma moderna de esclavitud.
V. Romper piernas para vender muletas: la economía de la destrucción
Introducción
Cayo Salustio Crispo (86–35 a.C.), historiador, senador y moralista romano, vivió en una época de profunda crisis institucional, donde la República romana se deshacía entre la corrupción, las ambiciones personales y el vaciamiento de las virtudes cívicas. Su mirada áspera, crítica y realista lo convierte en un testigo privilegiado de los mecanismos de degeneración política y social. Hoy, dos milenios después, Salustio vuelve a cobrar vigencia como conciencia moral ante el surgimiento de nuevas formas de dominación que recuerdan a los excesos que denunció: el Leviatán moderno.
Este ensayo propone un ejercicio de diálogo entre el pensamiento de Salustio y algunos de los fenómenos que caracterizan a las sociedades contemporáneas: la vigilancia masiva, la destrucción de la propiedad privada, la manipulación legislativa, las políticas eugenésicas, el darwinismo social y la economía de guerra perpetua. Desde su ética republicana, Salustio ofrece una vara de medir la decadencia moral de nuestro tiempo.
I. El alma frente a la maquinaria: libre albedrío y deshumanización
Salustio, heredero de la filosofía estoica y del sentido moral romano, nunca dudó de que el hombre posee una voluntad propia, capaz de elevarlo o degradarlo. Su diagnóstico no era determinista, sino ético: los pueblos caen en la esclavitud no por destino, sino por corrupción interna.
Frente a los intentos actuales de reducir al ser humano a un mero ente corporal, manipulable, sustituible y programable, Salustio afirmaría que el vaciamiento del alma conlleva la desaparición de la libertad. El hombre convertido en medio, y no en fin, es el resultado último de una política sin virtud. Ya lo había advertido al describir a Roma: "cuando el miedo sustituyó a la virtud, la libertad murió sin violencia".
II. Propiedad, libertad y corrupción legal
La república, para Salustio, no puede sostenerse sin una base de propiedad privada garantizada, no solo por la ley, sino por la virtud pública. En La guerra de Yugurta, denunció cómo el poder utilizaba las leyes para saquear, legitimar la rapiña y vaciar de contenido la justicia.
Hoy, la emisión monetaria sin respaldo, los impuestos confiscatorios, la legiferación abusiva y las expropiaciones justificadas por el "bien común" recordarían a Salustio la Roma en decadencia, donde las leyes ya no eran escudo del ciudadano, sino espada del ambicioso. Sin propiedad segura, la libertad es una ficción.
III. Eugenesia, aborto y familia: el orden natural como enemigo
Salustio nunca teorizó sobre la eugenesia moderna, pero su rechazo a todo uso de la ley para pervertir el orden natural habría sido absoluto. La destrucción del contrato matrimonial, la desestructuración familiar y la eliminación de vidas humanas bajo pretexto de "dignidad" o "autonomía" le habrían parecido signos de una civilización entregada al capricho del poder.
El Estado que decide quién debe nacer o morir, cómo debe vivir una familia, o qué es un vínculo matrimonial, no es protector sino tirano. En esto, Salustio coincidiría con Santo Tomás o Kant: lo que niega al hombre como fin, lo convierte en bestia.
IV. Vigilancia, control y la muerte civil del ciudadano
Crédito social, dinero digital centralizado, listas sanitarias, huellas de carbono o ciudades de 15 minutos: todos estos instrumentos habrían sido reconocidos por Salustio como tecnologías del miedo. Instrumentos que, bajo apariencia de progreso o seguridad, cancelan la libertad práctica del hombre.
El ciudadano vigilado, rastreado, condicionado en sus movimientos y premiado o castigado según su obediencia, ya no es parte de una república. Es parte de una granja. Para Salustio, esto no sería más que una forma moderna de esclavitud.
V. Romper piernas para vender muletas: la economía de la destrucción
22.03.202517:35
15.04.202510:11
Os paso un trabajo recopilatorio. Está a medias por no decir que solo voy por el principio pese a que ya ocupa unas 700 páginas. No os asustéis, que no es para leerlo de una tirada, sino más bien para que podáis escoger el filósofo que más os apetezca y podáis ver qué pensaría de la A2030, del Great Reseat y del Capitalismo Inclusivo. Leed antes las pocas advertencias que hago al principio. Si lo abrís en pdf directamente, sin usar otra plataforma, podéis hacer uso del bookmarks para que os salga un desplegable con un índice.
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El Diestro. Opinión en libertad

04.04.202508:23
🔥🔥MAÑANA JUEVES, A LAS 21:00 HORAS 🕘🕘
‼️¡AY CARALLO! LA CIFRA OFICIAL DE VÍCTIMAS DE VALENCIA SE TAMBALEA, CON POLICÍAS POR LA LIBERTAD‼️
👉👉👉YOUTUBE: https://youtube.com/live/mzCAWT8V0xg
👉👉👉TWITCH: https://www.twitch.tv/eldiestroes
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18.03.202510:37
### Jean Bodin (1530-1596): Libre Albedrío vs. Determinismo
#### Pensamiento sobre el libre albedrío
Jean Bodin, jurista y filósofo político francés del siglo XVI, es principalmente conocido por su teoría de la soberanía, expuesta en *Los seis libros de la República* (1576). Aunque no abordó de forma sistemática la cuestión del libre albedrío desde una perspectiva teológica o metafísica, su pensamiento político contiene importantes implicaciones en este debate.
Bodin defendió una concepción de la soberanía absoluta, en la que el poder político debía concentrarse en una autoridad única e indivisible, generalmente en la figura del monarca. Sin embargo, en su *Coloquio de los siete sobre los secretos del sublime* muestra una postura favorable a la libertad humana en cuestiones morales y religiosas, defendiendo la tolerancia entre distintas confesiones.
En este sentido, su pensamiento no es puramente determinista. Bodin reconoce la capacidad humana para organizarse en sociedad y establecer normas que regulen la vida política, lo que presupone cierto grado de autodeterminación en los individuos. No obstante, al colocar la soberanía por encima de cualquier voluntad particular, introduce una dimensión de determinismo institucional: el poder del Estado rige el destino de los ciudadanos, limitando en gran medida su margen de acción.
#### Oposición al determinismo absoluto, pero con matices
Bodin se opuso a la idea de que la historia y la política estuvieran completamente determinadas por fuerzas inmutables. Creía en el papel activo de los gobernantes y en la posibilidad de cambiar el curso de los acontecimientos mediante decisiones políticas acertadas.
Sin embargo, también incorporó elementos deterministas en su pensamiento. Por un lado, era seguidor de la teoría de los climas, según la cual el carácter de los pueblos estaba influenciado por su entorno geográfico y climático. Esta idea sugiere que las sociedades están condicionadas por factores externos que limitan su capacidad de elección y autodeterminación.
Además, su concepción de la soberanía implica que los individuos, una vez sujetos al Estado, pierden gran parte de su autonomía en favor de un orden superior. Esto lo aleja de los pensadores de la Escuela de Salamanca, que veían la libertad individual como un principio más fundamental.
#### Relación con la actualidad
El pensamiento de Bodin resuena hoy en el debate sobre la centralización del poder político y la capacidad de los individuos para determinar su propio destino. En un mundo donde los gobiernos y las organizaciones supranacionales buscan cada vez más regular la vida de los ciudadanos en función de criterios globales (como la Agenda 2030), su idea de la soberanía absoluta puede ser usada tanto para justificar la expansión del poder estatal como para resistirla.
Por un lado, los defensores de políticas supranacionales podrían ver en Bodin un precedente para justificar la necesidad de autoridades globales con poder suficiente para imponer normas a todos los países. Por otro lado, los críticos de estas políticas podrían argumentar que su teoría de la soberanía fortalece la idea de Estados nacionales independientes, capaces de resistir la injerencia de organismos internacionales.
En términos de libre albedrío, el legado de Bodin es ambiguo: reconoce la agencia humana en el desarrollo de la política, pero también postula restricciones fuertes en función del entorno y la autoridad del soberano.
---
Próximo autor: Thomas Hobbes (1588-1679).
Hobbes llevó el determinismo político al extremo con su idea del *Leviatán*, argumentando que la libertad individual debía ceder ante la necesidad de un poder absoluto. Su pensamiento marcará un punto de inflexión en la relación entre libre albedrío y el Estado moderno.
#### Pensamiento sobre el libre albedrío
Jean Bodin, jurista y filósofo político francés del siglo XVI, es principalmente conocido por su teoría de la soberanía, expuesta en *Los seis libros de la República* (1576). Aunque no abordó de forma sistemática la cuestión del libre albedrío desde una perspectiva teológica o metafísica, su pensamiento político contiene importantes implicaciones en este debate.
Bodin defendió una concepción de la soberanía absoluta, en la que el poder político debía concentrarse en una autoridad única e indivisible, generalmente en la figura del monarca. Sin embargo, en su *Coloquio de los siete sobre los secretos del sublime* muestra una postura favorable a la libertad humana en cuestiones morales y religiosas, defendiendo la tolerancia entre distintas confesiones.
En este sentido, su pensamiento no es puramente determinista. Bodin reconoce la capacidad humana para organizarse en sociedad y establecer normas que regulen la vida política, lo que presupone cierto grado de autodeterminación en los individuos. No obstante, al colocar la soberanía por encima de cualquier voluntad particular, introduce una dimensión de determinismo institucional: el poder del Estado rige el destino de los ciudadanos, limitando en gran medida su margen de acción.
#### Oposición al determinismo absoluto, pero con matices
Bodin se opuso a la idea de que la historia y la política estuvieran completamente determinadas por fuerzas inmutables. Creía en el papel activo de los gobernantes y en la posibilidad de cambiar el curso de los acontecimientos mediante decisiones políticas acertadas.
Sin embargo, también incorporó elementos deterministas en su pensamiento. Por un lado, era seguidor de la teoría de los climas, según la cual el carácter de los pueblos estaba influenciado por su entorno geográfico y climático. Esta idea sugiere que las sociedades están condicionadas por factores externos que limitan su capacidad de elección y autodeterminación.
Además, su concepción de la soberanía implica que los individuos, una vez sujetos al Estado, pierden gran parte de su autonomía en favor de un orden superior. Esto lo aleja de los pensadores de la Escuela de Salamanca, que veían la libertad individual como un principio más fundamental.
#### Relación con la actualidad
El pensamiento de Bodin resuena hoy en el debate sobre la centralización del poder político y la capacidad de los individuos para determinar su propio destino. En un mundo donde los gobiernos y las organizaciones supranacionales buscan cada vez más regular la vida de los ciudadanos en función de criterios globales (como la Agenda 2030), su idea de la soberanía absoluta puede ser usada tanto para justificar la expansión del poder estatal como para resistirla.
Por un lado, los defensores de políticas supranacionales podrían ver en Bodin un precedente para justificar la necesidad de autoridades globales con poder suficiente para imponer normas a todos los países. Por otro lado, los críticos de estas políticas podrían argumentar que su teoría de la soberanía fortalece la idea de Estados nacionales independientes, capaces de resistir la injerencia de organismos internacionales.
En términos de libre albedrío, el legado de Bodin es ambiguo: reconoce la agencia humana en el desarrollo de la política, pero también postula restricciones fuertes en función del entorno y la autoridad del soberano.
---
Próximo autor: Thomas Hobbes (1588-1679).
Hobbes llevó el determinismo político al extremo con su idea del *Leviatán*, argumentando que la libertad individual debía ceder ante la necesidad de un poder absoluto. Su pensamiento marcará un punto de inflexión en la relación entre libre albedrío y el Estado moderno.
08.04.202520:38
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ELEUTERIA Libertad & derechos fundamentales

03.04.202509:22
*¿Desconfias de las estadisticas oficiales?*
Con esta herramienta puedes registrar *DEFUNCIONES o DESAPARICIONES* de la DANA.
Esta es una iniciativa de las asociaciones “Eleuteria: Libertad y derechos fundamentales” en unión a “Policias por la Libertad”.
https://bit.ly/VictimasDana
Con esta herramienta puedes registrar *DEFUNCIONES o DESAPARICIONES* de la DANA.
Esta es una iniciativa de las asociaciones “Eleuteria: Libertad y derechos fundamentales” en unión a “Policias por la Libertad”.
https://bit.ly/VictimasDana
18.03.202510:33
### Francisco de Araújo (1580-1664): Libre Albedrío vs. Determinismo
#### Pensamiento sobre el libre albedrío
Francisco de Araújo, teólogo y filósofo de la Escuela de Salamanca, profundizó en la relación entre la gracia divina y la libertad humana, siguiendo la tradición tomista pero con matices propios. Defendió que el ser humano posee libre albedrío, es decir, la capacidad de tomar decisiones morales sin estar completamente determinado por factores externos, aunque reconocía la influencia de la gracia en la voluntad.
Siguiendo la línea de Domingo Báñez, Araújo sostuvo que Dios mueve a la voluntad humana de manera no coercitiva, sino conforme a su propia naturaleza racional. Esta visión buscaba equilibrar la soberanía divina con la libertad del individuo, en contraposición a las doctrinas más deterministas del calvinismo y ciertas interpretaciones de la predestinación.
#### Oposición al determinismo
Araújo rechazó las posturas deterministas, tanto aquellas que veían al hombre como un ser completamente sometido a la causalidad divina como las que, desde un punto de vista naturalista, lo reducían a un conjunto de impulsos físicos o mecánicos. En este sentido, se opuso a visiones materialistas y fatalistas que negaban la autonomía de la voluntad humana.
Su enfoque también tuvo implicaciones políticas: si el hombre es libre en su actuar moral, también lo es en el ámbito social y político. Aunque no desarrolló una teoría política detallada, su pensamiento podía alinearse con aquellos que defendían la libertad de conciencia y la responsabilidad personal frente a estructuras que impusieran un orden determinista o fatalista en la sociedad.
#### Relación con la actualidad
Las ideas de Araújo son relevantes hoy en día en la lucha contra las ideologías que buscan justificar el control total de la conducta humana bajo supuestos científicos, económicos o sociales. Frente a modelos que niegan la autonomía individual (ya sea por determinismo biológico, estructural o ideológico), su defensa del libre albedrío refuerza la noción de que el individuo es responsable de sus actos y no meramente un producto de su entorno.
Desde una perspectiva política, la visión de Araújo choca con los discursos contemporáneos que promueven un determinismo social rígido, donde los individuos son vistos exclusivamente como víctimas de su contexto histórico o económico, negándoles capacidad de agencia. Su pensamiento se alinea más con aquellos que defienden la libertad individual como base del orden social.
---
Próximo autor: Propón uno o seguimos con otro de los que mencionaste, como Jean Bodin.
#### Pensamiento sobre el libre albedrío
Francisco de Araújo, teólogo y filósofo de la Escuela de Salamanca, profundizó en la relación entre la gracia divina y la libertad humana, siguiendo la tradición tomista pero con matices propios. Defendió que el ser humano posee libre albedrío, es decir, la capacidad de tomar decisiones morales sin estar completamente determinado por factores externos, aunque reconocía la influencia de la gracia en la voluntad.
Siguiendo la línea de Domingo Báñez, Araújo sostuvo que Dios mueve a la voluntad humana de manera no coercitiva, sino conforme a su propia naturaleza racional. Esta visión buscaba equilibrar la soberanía divina con la libertad del individuo, en contraposición a las doctrinas más deterministas del calvinismo y ciertas interpretaciones de la predestinación.
#### Oposición al determinismo
Araújo rechazó las posturas deterministas, tanto aquellas que veían al hombre como un ser completamente sometido a la causalidad divina como las que, desde un punto de vista naturalista, lo reducían a un conjunto de impulsos físicos o mecánicos. En este sentido, se opuso a visiones materialistas y fatalistas que negaban la autonomía de la voluntad humana.
Su enfoque también tuvo implicaciones políticas: si el hombre es libre en su actuar moral, también lo es en el ámbito social y político. Aunque no desarrolló una teoría política detallada, su pensamiento podía alinearse con aquellos que defendían la libertad de conciencia y la responsabilidad personal frente a estructuras que impusieran un orden determinista o fatalista en la sociedad.
#### Relación con la actualidad
Las ideas de Araújo son relevantes hoy en día en la lucha contra las ideologías que buscan justificar el control total de la conducta humana bajo supuestos científicos, económicos o sociales. Frente a modelos que niegan la autonomía individual (ya sea por determinismo biológico, estructural o ideológico), su defensa del libre albedrío refuerza la noción de que el individuo es responsable de sus actos y no meramente un producto de su entorno.
Desde una perspectiva política, la visión de Araújo choca con los discursos contemporáneos que promueven un determinismo social rígido, donde los individuos son vistos exclusivamente como víctimas de su contexto histórico o económico, negándoles capacidad de agencia. Su pensamiento se alinea más con aquellos que defienden la libertad individual como base del orden social.
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Próximo autor: Propón uno o seguimos con otro de los que mencionaste, como Jean Bodin.
06.04.202521:34
La crítica de Bastiat en su famosa parábola del cristal roto encuentra eco en Salustio. La destrucción planificada para justificar gasto público o intervención del Estado era, para el romano, una forma refinada de rapiña.
Guerras inventadas, crisis inducidas, legislaciones que crean el problema y luego venden la solución: todo esto es la versión moderna del desgobierno que permitió el ascenso de Catilina y la ruina de la república. En palabras de Salustio: "el Estado se convierte en negocio y el negocio, en verdugo del pueblo".
VI. Conclusión: Salustio como centinela eterno de la virtud pública
El Leviatán moderno se presenta como salvador, pero actúa como tirano. A través de la ley, la tecnología, la economía o la medicina, erosiona los pilares de la libertad: el alma, la propiedad, la familia, el juicio propio. Frente a esto, Salustio se alza como testigo de otra forma de entender la vida pública: aquella que reconoce en la virtud el único cimiento posible del orden justo.
Hoy más que nunca, sus palabras resuenan como advertencia: "No es el azar el que hace caer a los imperios, sino la corrupción de los hombres que los dirigen".
Guerras inventadas, crisis inducidas, legislaciones que crean el problema y luego venden la solución: todo esto es la versión moderna del desgobierno que permitió el ascenso de Catilina y la ruina de la república. En palabras de Salustio: "el Estado se convierte en negocio y el negocio, en verdugo del pueblo".
VI. Conclusión: Salustio como centinela eterno de la virtud pública
El Leviatán moderno se presenta como salvador, pero actúa como tirano. A través de la ley, la tecnología, la economía o la medicina, erosiona los pilares de la libertad: el alma, la propiedad, la familia, el juicio propio. Frente a esto, Salustio se alza como testigo de otra forma de entender la vida pública: aquella que reconoce en la virtud el único cimiento posible del orden justo.
Hoy más que nunca, sus palabras resuenan como advertencia: "No es el azar el que hace caer a los imperios, sino la corrupción de los hombres que los dirigen".
02.04.202518:43
18.03.202510:31
### Bartolomé de las Casas (1484-1566): Libre Albedrío vs. Determinismo
#### Pensamiento sobre el libre albedrío
Bartolomé de las Casas, dominico y defensor de los derechos de los indígenas en América, defendió enérgicamente el libre albedrío desde una perspectiva teológica y jurídica. Basado en la tradición tomista y escolástica, sostenía que todos los seres humanos, incluidos los indígenas, eran racionales y tenían plena capacidad moral para elegir entre el bien y el mal. Esta concepción se oponía a la visión determinista de algunos colonizadores y teólogos que justificaban la servidumbre o esclavitud indígena bajo la premisa de su "inferioridad natural" o "predestinación a la servidumbre".
Las Casas rechazaba cualquier intento de justificar la conquista bajo argumentos providencialistas o fatalistas. Según su doctrina, los nativos no estaban predestinados a la esclavitud ni a la evangelización forzosa, sino que debían ser convertidos por medio del convencimiento y la predicación pacífica, permitiéndoles ejercer su libre albedrío en la aceptación de la fe cristiana.
#### Oposición al determinismo
Su postura lo enfrentó a figuras como Juan Ginés de Sepúlveda, quien defendía que los indígenas eran naturalmente inferiores y, por tanto, estaban "determinados" por su condición a ser gobernados por los europeos. En la famosa Controversia de Valladolid (1550-1551), Las Casas argumentó que la libertad y la dignidad humana eran inalienables y que la evangelización debía hacerse sin coerción.
El determinismo que combatía Las Casas no era solo religioso (como la predestinación calvinista), sino también político y filosófico. Negaba la idea de que algunas razas o pueblos estuvieran destinados por naturaleza a la sumisión, y su lucha sentó las bases para la defensa de los derechos humanos en la tradición occidental.
#### Relación con la actualidad
Bartolomé de las Casas es un referente clave en la discusión sobre derechos humanos y autodeterminación. Su insistencia en la libertad moral y política choca con las corrientes colectivistas que, bajo diversas justificaciones (raciales, económicas o culturales), buscan imponer modelos de dominación sobre ciertos grupos sociales.
Las Casas serviría de inspiración para movimientos que defienden la soberanía individual frente al paternalismo estatal o al determinismo estructuralista que hoy en día justifica ciertas políticas basadas en la idea de "desigualdad histórica irreparable". Su legado se enfrenta tanto a la victimización sistemática de ciertos colectivos (donde se les niega su capacidad de agencia) como a políticas que, bajo el pretexto de justicia histórica, perpetúan una visión determinista de las relaciones sociales.
---
Próximo autor: Francisco de Araújo
#### Pensamiento sobre el libre albedrío
Bartolomé de las Casas, dominico y defensor de los derechos de los indígenas en América, defendió enérgicamente el libre albedrío desde una perspectiva teológica y jurídica. Basado en la tradición tomista y escolástica, sostenía que todos los seres humanos, incluidos los indígenas, eran racionales y tenían plena capacidad moral para elegir entre el bien y el mal. Esta concepción se oponía a la visión determinista de algunos colonizadores y teólogos que justificaban la servidumbre o esclavitud indígena bajo la premisa de su "inferioridad natural" o "predestinación a la servidumbre".
Las Casas rechazaba cualquier intento de justificar la conquista bajo argumentos providencialistas o fatalistas. Según su doctrina, los nativos no estaban predestinados a la esclavitud ni a la evangelización forzosa, sino que debían ser convertidos por medio del convencimiento y la predicación pacífica, permitiéndoles ejercer su libre albedrío en la aceptación de la fe cristiana.
#### Oposición al determinismo
Su postura lo enfrentó a figuras como Juan Ginés de Sepúlveda, quien defendía que los indígenas eran naturalmente inferiores y, por tanto, estaban "determinados" por su condición a ser gobernados por los europeos. En la famosa Controversia de Valladolid (1550-1551), Las Casas argumentó que la libertad y la dignidad humana eran inalienables y que la evangelización debía hacerse sin coerción.
El determinismo que combatía Las Casas no era solo religioso (como la predestinación calvinista), sino también político y filosófico. Negaba la idea de que algunas razas o pueblos estuvieran destinados por naturaleza a la sumisión, y su lucha sentó las bases para la defensa de los derechos humanos en la tradición occidental.
#### Relación con la actualidad
Bartolomé de las Casas es un referente clave en la discusión sobre derechos humanos y autodeterminación. Su insistencia en la libertad moral y política choca con las corrientes colectivistas que, bajo diversas justificaciones (raciales, económicas o culturales), buscan imponer modelos de dominación sobre ciertos grupos sociales.
Las Casas serviría de inspiración para movimientos que defienden la soberanía individual frente al paternalismo estatal o al determinismo estructuralista que hoy en día justifica ciertas políticas basadas en la idea de "desigualdad histórica irreparable". Su legado se enfrenta tanto a la victimización sistemática de ciertos colectivos (donde se les niega su capacidad de agencia) como a políticas que, bajo el pretexto de justicia histórica, perpetúan una visión determinista de las relaciones sociales.
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Próximo autor: Francisco de Araújo
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