Atención médica:
Un área de presuntos abusos involucra preocupaciones sobre la presunta negación de atención médica a los detenidos.
El informe post mortem realizado a la familia de Mohammed al-Sabbar, quien murió en la prisión de Ofer en febrero del año pasado, muestra que sus intestinos casi explotaron.
El joven de 20 años padecía la enfermedad de Hirschsprung, lo que significa que la función del intestino grueso es defectuosa debido a la función nerviosa. Requiere una dieta muy específica, enemas y medicamentos.
Según el informe, esto se le negó y, al final, el intestino se agrandó tanto que presionó los demás órganos del estómago, dañando la función de los riñones y los pulmones y deteniendo el flujo sanguíneo.
“La tomografía computarizada de estómago mostró claramente un intestino grueso y enorme (15 cm) lleno de heces… con signos de necrosis”, se lee en el documento.
Concluyó que su muerte podría haberse "prevenido si se hubiera prestado especial atención a sus necesidades médicas y si se le hubiera brindado asistencia médica urgente al aparecer los primeros síntomas".
El ejército israelí lo niega: “Los detenidos que necesitan tratamiento médico reciben atención de personal médico calificado y, si es necesario, son trasladados a hospitales para recibir tratamiento adicional”.
Entre los detenidos se encuentran muchos trabajadores sanitarios de Gaza, incluidos médicos, enfermeras y paramédicos.
El grupo de derechos humanos Médicos por los Derechos Humanos-Israel (PHRI) dice que ha habido 250 trabajadores de la salud detenidos, y más de 180 médicos todavía tras las rejas.
Uno de los más destacados fue el Dr. Adnan al-Bursh, de 50 años, un reconocido cirujano palestino, que murió en la prisión de Ofer el pasado mes de abril.
Otro es el Dr. Iyad Al-Rantisi, jefe de obstetricia y ginecología del Hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza, quien murió en noviembre de 2023, pero cuya muerte recién fue reportada por un periódico israelí en junio de 2024.
Se estima que 70 detenidos han muerto bajo custodia desde el 7 de octubre, según Naji Abbas, director del departamento de prisioneros del PHRI.
“Desde 1967, quizás 200 personas han muerto bajo custodia”, afirma. “En un solo año, tenemos conocimiento de más de 70”. Entre ellas, según grupos de derechos humanos palestinos, se encuentra un joven de 17 años que murió en la prisión de Meguido esta semana en circunstancias poco claras.
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