El 6 y el 9 de agosto de 1945, los Estados Unidos de América gobernados por los judeo-masónicos volvieron a bombardear a cientos de miles de civiles hasta matarlos, probablemente hasta 246.000 o más, esta vez en Hiroshima y Nagasaki.
Cabe señalar que Nagasaki en particular pasó a ser históricamente el epicentro del cristianismo en Japón (Hiroshima también en menor medida), y pasó a ser su último objetivo importante de muerte y destrucción (como si no hubieran asesinado ya a suficientes alemanes, italianos y otros y destruyeron innumerables iglesias cristianas en toda Europa, incluso en tierras que supuestamente fueron 'liberadas' por los Aliados, como Francia, Bélgica, etc.).
En este día en particular, recordemos a nuestros camaradas japoneses y sus muertos que sufrieron el mismo destino que innumerables millones de alemanes y otros europeos a manos de las fuerzas de la Sinagoga de Satán.