Actualización sobre el estado de salud de Marianna M.
El 31/10/2024, tras una explosión en un apartamento en Ampelokipi, Atenas, el compañero anarquista Kyriakos Xymitiris cayó en la batalla por la liberación social y de clase, y la compañera anarquista Marianna M., que también se encontraba en el apartamento, fue gravemente herida y hospitalizada durante dos semanas en el Hospital Evagelismos.
Durante las semanas que Marianna M. permaneció hospitalizada, estuvo vigilada las 24 horas del día por policías antiterroristas en la UCI, lo que provocó constantes miradas y comentarios incluso durante sus momentos más íntimos. Esto privó a Marianna de su intimidad y de su derecho a ser tratada como una paciente en un momento en que aún no había sido detenida. Mientras seguía inconsciente, los policías antiterroristas ordenaron que se le tomara una muestra de sangre para análisis de ADN y huellas dactilares, sin su consentimiento. El interrogador de la unidad antiterrorista no dudó en intervenir en su tratamiento médico, intentando presionar a la camarada para que prestara declaración, a pesar de que su estado físico y psicológico claramente no se lo permitía.
Justo un día después de su segunda operación (15/11) y estando aún herida, con puntos de sutura y heridas abiertas en la cara, se interrumpió su hospitalización y fue trasladada a la cárcel de mujeres de Korydallos. La camarada no podía caminar ni apoyarse totalmente, se sentía mareada y dolorida por la anestesia y la operación a la que había sido sometida el día anterior. Una semana después de llegar a Korydallos la llevaron al hospital, pero sólo para quitarle los puntos.
En esta situación, la dirección del Hospital Evagelista aprobó su alta bajo la orden del 22º Interrogador Formal de la unidad antiterrorista. La camarada fue trasladada a una prisión sin ningún tipo de atención hospitalaria ni tratamiento adecuado. Se la privó de atención médica y medicamentos a pesar de no estar totalmente recuperada.
Últimos acontecimientos
La tortura de la camarada herida Marianna continúa en la prisión de Korydallos hasta el día de hoy. Desde los primeros días, no le dieron los antibióticos, analgésicos, gauss, ni otros suministros que necesitaba. La obligaron a permanecer en una celda sucia, llena de cucarachas, sin condiciones higiénicas ni de vida. Un mes y medio después, fue obligada, junto con el resto de los acusados, a someterse a la recogida obligatoria de ADN por parte de la unidad antiterrorista de la prisión. A día de hoy -tres meses después- no se han realizado, ni siquiera iniciado, las pruebas diagnósticas adicionales (sobre todo el TAC) solicitadas tanto por los médicos externos como por los médicos del Hospital Evagelismos. El TAC es crítico debido a un hematoma cerebral que sigue causando mareos y más riesgos de problemas neurológicos. En cambio, el médico de la prisión le dijo que sólo se le podría hacer un escáner si sufría una crisis epiléptica.
Además, se le ha acumulado líquido en la articulación de la rodilla, lo que le impide doblarla correctamente, caminar o estar de pie sin apoyo. Marianna ha sufrido daños nerviosos y han surgido problemas neurológicos que han provocado un mal funcionamiento de su ojo. Su ojo aún no se ha curado, lo que la expone a un riesgo constante de infecciones continuas debido a su incapacidad para cerrarlo correctamente y a su falta de acceso a la atención médica necesaria. Ya sufrió una infección ocular y otra en los puntos del pecho.